Fiebre en La Rosaleda (12:00)

Málaga y Melilla, dos tierras hermanadas por cercanía, influencia y administrativamente, se encuentran en la matinal (12:00 horas) de este jueves festivo del Pilar y La Hispanidad. Piqué y su Kings League propiciaron el adelantamiento del duelo. Hubo quejas desde Melilla porque el cambio fastidiaba el desplazamiento a numerosos seguidores que ya habían comprado su billete. El horario y el día del partido anima, no obstante, al malaguismo de manera masiva, empujado también por la estimulante marcha del equipo (16 de los últimos 21 puntos posibles). Cerca de las 8.000 entradas para el partido se habían vendido en la noche de ayer y se esperaba un empujón final. Si responden los 19.000 abonados, el ambiente puede ser aún más potente del excelente que se ha vivido ante San Fernando, Recreativo Granada y Atlético B.

El empate de Huelva, pese al ritmo implacable del Castellón, no ha mermado la confianza del vestuario ni desde fuera. Un equipo de más nivel exigió más. Pero no se puede desdeñar al Melilla, que ocupa puesto de descenso con sólo tres puntos, pero de manera engañosa. Sólo ha perdido un partido por más de un gol y sacó tres empates de bastante valor, en el campo del Real Madrid Castilla y en el derbi en tierras de Ceuta más otro en casa ante el Recreativo. Sólo en Mérida (2-0) fue superado con cierta nitidez. El malagueño Miguel Rivera confiere un ADN de orden y competitividad a sus equipos. El Melilla se juega mucho.

Habrá que tener paciencia, el rival será agresivo y dejará pocos espacios. Pellicer hará cambios en el once, dejó caer que habrá alguna titularidad que puede sorprender. Sí estarán Dioni y Genaro, suplentes en Huelva. Como escribió Nick Hornby para describir su pasión por el Arsenal, hay fiebre en las gradas de La Rosaleda. Es un día para no fallar. Para meter presión a los de arriba y para fidelizar a más malaguistas para la misión.