Flores en La Rosaleda y frío lejos de ella
10 puntos de 12 posibles en casa y sólo uno de la misma cantidad a domicilio
Cuatro goles a favor y ninguno recibido aquí y tres metidos y 10 encajados a domicilio
El club celebra este martes la fiesta de 80 cumpleaños del estadio
El Málaga celebra este martes el 80 aniversario de su casa, una Rosaleda que luce florida y hermosa. El acto será a las 20:00 horas, de libre acceso aunque hay que obtener la invitación de manera telemática previamente. Se anuncia un espectáculo con actuaciones y actos variados. El templo del malaguismo luce con esplendor después de numerosas reformas a lo largo de la historia. Los rivales acuden a un lugar con historia y que ha visto de todo. En la pandemia ha sido escenario de varias competiciones, desde una Supercopa hasta partidos de clasificación para el Mundial porque Málaga fue la Oslo particular de Noruega pasando por partidos de la fase de ascenso a Segunda o un duelo de Copa del Rey entre el CD Rincón y el Alavés.
El estadio es la fortaleza del Málaga. Con el regreso de los espectadores se ha recuperado músculo y el factor cancha recupera vigor. Después de más de un año de fútbol descafeinado, es un dopaje emocional ver la grada como estaba el domingo. Más que por la cantidad, que no llegaba a la media entrada, por la intensidad de los ánimos. Los números cantan. En casa, el Málaga ha conseguido 10 de sus 11 puntos. Tres victorias (1-0 ante el Fuenlabrada, 2-0 al Girona y 1-0 ante el Alcorcón) y un empate (0-0 ante el Mirandés). En resumen, cuatro goles a favor y ninguno en contra. Portería blindada y sensación de poderío y superioridad ante rivales de distinto calado.
La segunda versión, a domicilio, es inversamente proporcional en números. Un punto de 12 posibles. Un empate en Ibiza (2-2) salvado después de ir perdiendo 2-0 y tres derrotas: 2-0 en Almería, 4-0 en Ponferrada y 2-1 en Gijón. Tres goles a favor y nada menos que 10 en contra (2.5 de promedio).
Encontrar el equilibrio es el reto. El equipo de José Alberto sale más concentrado en La Rosaleda, impone su ritmo y doblega al rival por despliegue y fútbol. La versión timorata de los partidos a domicilio se ha impuesto, aunque hubo una hora de fútbol notable en Almería, una apreciable reacción en Ibiza para sacar un punto y una corajuda actuación en Gijón con uno menos desde el minuto 7. El partido contra el Ponferrada fue para olvidar, de largo el peor de esta temporada y alguna más atrás.
Es difícil desligar esta dicotomía del influjo de La Rosaleda en el equipo. Pero un bloque madura se testa lejos de casa, ahora que vuelve a acudir el público sin restricciones se viven situaciones de más presión. Y por ahí pasa la vía de crecimiento del equipo de José Alberto. Ser también gallo lejos de casa, no sólo en su jardín.
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