Granada CF - Málaga CF: Mazazo a la ilusión (1-0)
El equipo blanquiazul se inmola en Los Cármenes en el 91'
Cristian renueva automáticamente con el Málaga
Pellicer: "El balón de Genaro lo he perdido yo"
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El Málaga se inmoló en Granada después de haber logrado resistir estoicamente 90 minutos contra el mejor de los locales de LaLiga SmartBank. El punto, puesto en perspectiva, y con el Racing a la vuelta de la esquina, podría haber sido un botín aceptable. Porque además era consecuencia de su propia fe, de la aceptación de sus limitaciones. Invitaba a continuar el sendero trazado para tratar de evitar el desenlace más lógico, que es el descenso. Hasta la jornada había acompañado en cierto modo.
Sergio Pellicer tiene un plan y lo pone en práctica sin complejo alguno. Bindó el equipo por el centro con Escassi y Genaro Rodríguez, apoyados por Febas y Villalba. Ante el mejor local de Segunda (12 victorias y dos empates hasta este derbi) y con el Málaga cogido con pinzas –pese al resultado ante el Zaragoza– no le queda casi otra fórmula que la de resistir y resistir para poder tener opción de algo más.
Resistir con éxito es paralelamente una vía para el crecimiento, pero los pasos tienen que darse en el orden correcto. El Granada buscó castigar desde el inicio con balones directos a la espalda de la zaga y eso provocó dos ocasiones escandalosamente claras.
En la primera, Callejón (habilitado por Burgos) recibió solo en el área y disparó a la media vuelta con poca puntería. El segundo aviso fue tan serio que Rubén Yáñez tuvo que intervenir de manera milagrosa. Weissman recibió desmarcado y vio la llegada de Uzuni. El atacante casi celebraba el gol cuando el meta emergió como un titán para hacerse gigante y sacarla con el pie de forma poco ortodoxa pero válida y vital.
El Málaga tuvo un par de incursiones por la izquierda de arranque, un pequeño espejismo antes de que los nazaríes tomasen el timón. Superado ese cuarto de hora inicial tan impetuoso por parte del Granada, el partido siguió siendo dominado por los de Paco López, pero fiando casi todo a los centros de sus laterales, especialmente Quini.
El cuadro blanquiazul amenazó poco. Llegó una en fuera de juego. Rubén Castro cruzó demasiado su disparo. No contaba a efectos reales, pero para el canario era parte de la estadística de errores. Había tenido eso y un mal control al inicio de partido. Había que hacerle llegar alguna más.
Empezó mejor la segunda mitad el Málaga, dificultando la salida del Granada y comenzando a robar en zona peligrosa. Le faltó algo de finura para castigar más. También Quini anduvo cerca de ver la segunda amarilla y Paco López tiró tres cambios. Quitó al capitán, Bodiger y Melendo y entraron el malagueño Bryan Zaragoza, Torrente y Sergio Ruiz. Además varió el dibujo y situó a línea de tres.
Fue capaz Lago de probar a Raúl Fernández en un disparo potente pero con poco ángulo, pero el Granada había crecido con el nuevo sistema y se acercó al gol. Así que le tocaba a Pellicer mover ficha. Tiró de Fran Sol por decisión técnica y de Javi Jiménez por una inoportuna lesión de Cristian.
Conforme avanzaba el tiempo, el Granada se iba poniendo más tenso y el Málaga trataba de aprovechar algún error. Pero los de Paco López fueron los que casi obtienen oro de un balón de que se le fue de las manos a Yáñez tras tropezar con Jiménez en el área pequeña. Weissman la recogió. Se topó con el poste.
Agotó las sustituciones el cuadro local y Pellicer aprovechó para realizar otros dos cambios. Luis Muñoz y Gallar por Escassi y Villalba. Diez minutos y el añadido, que no debía ser mucho. Yáñez se desquitó con otra providencial parada en dos tiempos a cabezazo implacable de Uzuni.
El partido estaba abierto aunque el Granada tuviese mejores llegadas. Dejaba sus huecos, pero el Málaga se pegó el tiro en el pie de rigor. Genaro perdió un balón en el centro del campo imperdonable y eso desencadenó un ataque fulminante culminado por Sergio Ruiz.
Con una rosca de Lago Junior que no fue la del lunes anterior se diluyeron las esperanzas blanquiazules. La desolación en el banquillo del Málaga, donde llegó a verse alguna risa, era el mejor resumen. La permanencia está a ocho.
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