Un mundo al revés (19:30)

No hace mucho más de un año el Málaga y el Deportivo de La Coruña se enfrentaron en La Rosaleda. Los dos grandes favoritos en el play off de ascenso. La eliminatoria se la llevó el cuadro gallego, pero tampoco subió. A los blanquiazules sólo les quedó una imagen icónica y recurrente. Detrás del fracaso de ambos había todo un mundo de piezas mal conectadas y decisiones nefastas. Las consecuencias son verse peleando por sostenerse en una categoría que pensaron serían capaces de abandonar a la de uno.

Ahora el Málaga y el Dépor son dos equipos cualquiera, aunque conserven escudo y algunos jugadores de nivel y nombre (que no tiene por qué ser lo mismo). No hay grandes promesas más allá del objetivo, sólo angustia y una gran responsabilidad.

Lo tiene ligeramente mejor el Deportivo, que ha tomado algo de impulso. Ganar les permitiría casi dar carpetazo al asunto. Por eso el Málaga no puede permitir que se le escape el conjunto coruñés, a quien ya venció en Riazor (no es cuestión menor el asunto del goalaverage dado cómo está la clasificación).

Se está notando la fatiga de manera importante en esta recta final. El modelo de competición salvará todos los euros y empleos que Tebas quiera, pero es llevar al límite a los profesionales. Y seguro que habrá consecuencias a medio y largo plazo, no sólo inmediatas. Los de Pellicer, evidentemente, lo notan más por su peculiar plantilla. Encima tiene que cargar con hipotecas de expulsiones absurdas. Ahí está una de las claves del partido.

Luis Muñoz habla como si fuera a jugar, pero apenas lleva entrenándose desde el lunes. Todos los implicados tendrán que calibrar los riesgos. Benkhemassa está en la recámara esperando para volver a demostrar que está listo para ser uno más. El otro retoque al reconocible once blanquiazul llegará en el centro de la zaga. Mikel, salvo sorpresa, cubrirá la ausencia de Diego González.

Enfrente hay un bloque al que Fernando Vázquez le está buscando el sello pero que tiene, a simple vista, más recursos que el Málaga. Uno es Aketxe, particularmente peligroso a balón parado. Su arsenal ofensivo es más amplio. Otro reto para la mejor defensa de Segunda.