Urgencia máxima (21:00)

Horario y previa del Málaga CF-Cartagena

Con sólo seis puntos de los últimos 33 (uno de 15 en casa), el Málaga necesita con celeridad un cambio de tendencia ante el Cartagena para no verse en breve en puestos de descenso

Mathieu Peybernes realiza ejercicios en el Anexo.
Mathieu Peybernes realiza ejercicios en el Anexo. / Javier Albiñana

Se van acabando los ahorros del Málaga y la obligación de sacar puntos es absoluta. Seis jornadas sin ganar, dentro de una deriva negativa de seis puntos de los últimos 33 posibles que se llevó por delante a un entrenador y un teórico proyecto a medio plazo, han puesto al Málaga en la mirilla de los equipos en la zona roja que intentan salvarse. Ya no hay colchón entre medias. Cuando semanas atrás se razonaba que había equipos por medio y que era complicado que el inquilino de La Rosaleda se cayera del todo se pensaba en que algo se sumaría. Pero no, hay desabastecimiento y los rivales ganan. También aprietan los que intentan salvarse, que ven el trasero malaguista como el punto de salvación.

En un fin de semana de puente y festivo en Andalucía, el horario lo pone el enemigo, lunes a las 21:00 horas. La peor posible de las diferentes franjas. La Rosaleda se antoja clave para afrontar este último tercio de temporada. En las dos últimas permanencias no estaba ahí la grada para alentar. La afición puede ser vitamina extra, pero también una losa para un equipo que se está mostrando frágil desde el punto de vista mental. Pocas veces ha reaccionado esta temporada a un golpe adverso. Los rivales lo saben y esperan al fallo de un equipo, lo dicen jugadores y el propio técnico, que no tiene contundencia en ninguna de las dos áreas. Y ahí, en el 40x16 que protege a las dos porterías, está la verdad del fútbol.

Datos del partido.
Datos del partido. / Infografia

Aparece el Cartagena por Martiricos. El rival estaba felizmente instalado en puestos de play off, pero ha perdido sus tres últimos partidos y ya está en el décimo puesto. De hecho, si el Málaga ganara se colocaría a cuatro puntos. Es la selva de la Segunda División, que no perdona a quien saca pecho. En la ida, en 20 minutos, entre el final del primer tiempo y el arranque del segundo, el Cartagena liquidó a un Málaga que ya exhibía esa fragilidad a domicilio que se encargaba de disimular sacando músculo en La Rosaleda. Ahora necesita esa fortaleza. En casa sólo ha sumado un punto de los últimos 15, se ha perdido el sustento. Habiendo seguido la senda anterior de puntuación se estaría oliendo el play off, pero esa fuente de alimentación se detuvo y hay que recuperarla rápidamente.

Natxo González afronta su quinto partido al mando. Se quiso ver a un equipo con más orden ante Almería y Zaragoza, pero la imagen en Anoeta resultó descorazonadora. Además de resucitar a un rival directo como el filial realista se ahondó en la crisis. Un equipo timorato que sólo se soltó con el 2-0 adverso. En la transformación que está proponiendo Natxo González hacen falta resultados que la respalden. No hay margen de error porque la pervivencia del club sólo se entiende estando en el fútbol profesional. En una entidad judicializada que juegan un partido paralelo en los despachos, el césped debe dar un sustento, un punto de apoyo. Es el mundo al revés, pero es la situación que hay.

Ha empleado Natxo a 22 jugadores distintos en cuatro partidos. Es cierto que con los cinco cambios se abre el abanico, pero el ideal es encontrar un once fiable, con cambios a expensas de pico de rendimiento. El técnico emplea diferentes sistemas según se ataca o defiende, está buscando soluciones tácticas para las necesidades del equipo. Pero seguramente la clave del desbloqueo está en la cabeza de los jugadores. Se creen ahora peores de lo que realmente son. En el primer tercio de competición estaban cercando los puestos de play off. El efecto de La Rosaleda debe empujarle. Mal día, mala hora, pero los jugadores necesitan al malaguismo en una situación crítica.

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