Boquerones y tiburón (18:15)
Horario y previa del Málaga CF - Oviedo
Se repite tres días después el Málaga-Oviedo, esta vez en Liga y con la presencia del ex malaguista Blanco Leschuk enfrente
Se busca buen broche a una buena primera vuelta
Toma dos del Málaga-Oviedo. Mismo escenario, algunos actores repiten y emergen otros nuevos. En un clima pasado por agua, más propio de Asturias que de la Costa del Sol, los boquerones contra el Tiburón, Gustavo Blanco Leschuk, que estuvo en reposo en el partido de Copa pero llega dispuesto a dar dentelladas. Un futbolista diferencial en Segunda, que en Málaga estuvo en el intento por rebotar a Primera tras el descenso y dejó un grato recuerdo. No es un killer de 25 goles, pero sí un delantero que entiende el fútbol, que hace jugar y que hace mejores a sus compañeros. Habrá que estar atento al argentino y al renovado arsenal carbayón, con mayor fondo de armario que el Málaga.
Acaba la primera vuelta, mejor ya de lo que se podía vaticinar en septiembre, pero queda el regusto amargo de que se han sumado sólo dos puntos de los últimos 12 posibles. Y el Málaga compitió para tener tres o cuatro más. Pero la regularidad es implacable del maratón de 42 partidos que es LaLiga Smartbank. Con 27 puntos ahora, llegar a los 30 al final de la primera vuelta supondría tener el 60% del trabajo hecho. Y dejarse la puerta abierta a soñar con algo más. El factor campo, ahora mismo, se ha difuminado bastante. No hay calor humano en los estadios y el Málaga está sacando mejores resultados fuera de casa. No gana desde noviembre, ante el Sporting, y sólo ha conseguido tres de los últimos 18 puntos en liza jugando en casa. La Rosaleda es uno de los campos más calientes de la categoría y hoy volverá a estar gélido. Pero hay que rascar en todos los escenarios.
Hay jugadores frescos que no estuvieron en la Copa (los Muñoz y Lombán más los canteranos Ramón, Isma Casas y Cristo), hay algo menos de tensión en la enfermería con el regreso de Chavarría y el probable de Jozabed. Pero la tensión por las fichas profesionales será el pan de cada día para Pellicer hasta el final de temporada. Enfrente, un equipo, como se comprobó el miércoles, férreo y que no concede demasiado. Cómo responde el césped de La Rosaleda puede determinar la suerte del partido. En tiempos de pandemia y con un clima duro, lo primordial, en el fondo, es que todo el mundo siga sano.
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