(21:00) Sabor a Primera

Que la Segunda División es una categoría mejorada y de un alto nivel en los últimos años es evidente. Mucha capital de provincia, mucho histórico. A pesar de ello, de vez en cuando llegan de los cielos clubes que dan más sensación de Primera que otros. Es el caso del Espanyol, un equipo podría competir con la actual plantilla en la máxima categoría y que ha empezado asustando al resto de rivales de plata. Por eso Pellicer avisa de lo que se va a encontrar el Málaga.

Habla de alcanzar la perfección y matiza que ni siquiera eso puede que sea suficiente. Si hay un conjunto que penaliza el más mínimo fallo ese es el Espanyol, con Vicente Moreno a los mandos y un arsenal de jugadores que ya querrían clubes de LaLiga Santander.

Keidi Bare es el mejor ejemplo de la profundidad del roster perico. El centrocampista era uno de los pilares del Málaga, quizás su jugador con mejor mercado. Una venta obligada y salvadora dadas las circunstancias. Se lo quedó pronto Rufete por una cantidad asumible para el Espanyol y que en Martiricos era oro puro. El internacional por Albania, por una cosa u otra, es un futbolista que apenas ha tenido protagonismo en estas primeras jornadas de la temporada. En Málaga sería un capitán.

El Málaga ya se midió en pretemporada al Espanyol. Es cierto que le quedaba un mundo al equipo malacitano para parecerse al de la foto actual, pero la sensación fue casi la de ver deportes distintos. De las nueve jornadas que se llevan, los pericos han sido casi una apisonadora. 20 puntos, una sola derrota. 11 goles a favor, uno en contra, el que le marcó el Rayo Vallecano en Madrid. También empató a cero con Mallorca y Tenerife. Es curioso, porque se trata de los tres equipos que han vencido a los de Pellicer (con cierta claridad todos, cabe destacar).

No debe sentir complejo de cualquier forma el Málaga, un club con historia y un equipo con argumentos para poner en apuros a cualquiera. Recuperar la solidez defensiva (que no se mide sólo con estadísticas engañadoras de tiros a puerta) es fundamental para que los blanquiazules tengan opciones de puntuar, lo mismo que la mejora a balón parado en ambas porterías, una de las grandes asignaturas pendientes.

El calendario va a dar una tregua ahora de dos jornadas antes de un nuevo maratón. Habrá que ver cómo gestiona los minutos Pellicer, que trata de tener al mayor número posible de hombres enchufado aunque eso no siempre se traduzca en rendimiento inmediato. Se rota por obligación en ataque debido a la lesión de Caye Quintana, un futbolista de una importancia capital a día de hoy por su versatilidad, calidad y sacrificio.

Para suplir al onubense hay varios candidatos. Cristian Rodríguez ya ha tenido minutos comenzando desde la banda derecha, también Jairo Samperio. Hasta Jozabed podría optar al puesto. También habrá que mirar hacia atrás y no sólo a la portería, donde la incógnita sobre quién estará hoy en la portería de Martiricos se mantiene. En la zaga hay hombres cuyo rendimiento individual es francamente mejorable. Desde los carrileros (Calero y Matos) hasta los centrales. Pellicer está dando confianza a Mejías, que el otro día costó un gol. También ha cambiado en dos ocasiones a Juande. Lombán espera en el banquillo más minutos. Sólo Escassi sigue siendo intocable.

Delante Raúl de Tomás, Diego López, Darder, Puado, Wu Lei, Didac Vila, Embarba, Melendo, Fran Mérida... Efectivamente, exigen la perfección.