Más de 10.000 de ventaja (21:30)

El Málaga tendrá o no tendrá gol, pero una cosa es segura, cuenta con un apoyo masivo para intentar doblegar al rival que sea. Le va a tocar al Girona saber cómo se las gasta La Rosaleda. El hambre de la afición está ahí. Más de 10.000 entradas vendidas de las 15.000 disponibles para esta cita aunque esté fuera del abono todavía. Lo cierto es que el mercado de fichajes ha generado un clima optimista, reforzado por el juego del equipo, que pese a estar lejos de su techo, está siendo vistoso y atrevido en líneas generales.

José Alberto asegura que está más que satisfecho con lo que está enseñando su Málaga en el césped en estas primeras jornadas, que están en el camino correcto. El principal problema que se señala es el gol. Lógico teniendo en cuenta que viene de desperdiciar más de 15 de ocasiones en Almería. El asturiano cree que van a llegar y que hay potencial de sobra en el equipo.

En formación como está el equipo, es lógico que existan lagunas. Las desconexiones han costado puntos a un Málaga que ha concedido demasiadas facilidades en ciertos momentos. El entusiasmo en ocasiones le lleva al desorden. De eso sabe bastante también el Girona. Hasta Míchel lo confiesa sin pudor ante los mediosMíchel, avisando, no obstante, de que al Girona le toca dar un golpe en la mesa y que pretende igualar –como mínimo– en intensidad a los blanquiazules. Tendrán que hacerlo sin su mejor futbolista, Stuani, que es baja por lesión.

En cuanto a la alineación del Málaga, siempre que hay una derrota se alimentan algunas dudas, sobre todo cuando vienes de un partido como el del Mediterráneo. Lo que es indudable es que Alberto Escassi va a entrar en el centro del campo después de haber cumplido un partido de suspensión.

Con el debate del gol encima de la mesa, no está claro si José Alberto se va a animar a cambiar algo en ataque. Kevin es el que mejor está, el que más claro lo ve todo. Brandon parece por su despliegue un hombre intocable hoy. No está tan clara la continuidad de Paulino, lo que podría hasta empujar a Antoñín a un costado, aunque el entrenador ha defendido su papel como nueve. Roberto está a la espera.