No se puede esperar
Horario y previa del Málaga CF - Tenerife
El Málaga recibe al Tenerife, que estrena a Rubén Baraja como entrenador
El conjunto de Víctor Sánchez del Amo lleva cinco jornadas sin ganar
No se puede esperar al mes de enero y pensar que los fichajes van a solucionar todos los problemas del Málaga. De hecho, en los últimos inviernos el mercado no ha servido prácticamente para nada. El porcentaje de acierto fue mínimo. Se entiende que Víctor Sánchez del Amo tenga sus inquietudes y no sobra que las exponga públicamente (quizás debió hacerlo mucho, mucho antes). Sin embargo, ahora lo que toca es sacar partido a lo que se tiene.
Es verdad que el Málaga está descompensado, pero tampoco es culpa de nadie más que del propio club, al que el madrileño pertenece y además con un rol importante. El conjunto blanquiazul no es el mejor posible, pero es más de lo que demuestra cada jornada. Competir es algo más que empatar o perder por la mínima. Hay un déficit claro de rendimiento individual del técnico y de sus futbolistas, la mayoría a años luz de su mejor versión o una que se le parezca.
El Málaga lleva cinco jornadas consecutivas sin ganar un partido, algo que sólo ha hecho en tres ocasiones. De 18 intentos. En La Rosaleda, además, sólo ha logrado vencer una vez. Si no se le puede pedir más al técnico y a jugadores de la trayectoria de Munir, Dani Pacheco, Adrián González, Luis Hernández o Juanpi Añor... No es que no se pueda, es que se debe hacer y cuanto antes.
Centrarse sólo en la falta de gol por no tener más que a Armando Sadiku como delantero centro es una excusa pobre. No porque falte razón en que es el único gran referente de ataque. Es que otros equipos sacan más con menos, así que alguien no está haciendo su trabajo todo lo bien que debería. Hay fórmulas para buscar optimizar lo que se tiene, otra cuestión es que exista la capacidad para verlo y la intención para llevarlo a cabo.
Igualmente, tampoco sobra mirar hacia la propia portería. En las últimas citas, el Málaga ha recibido goles y ocasiones clarísimas en los primeros minutos de juego. Ante el Numancia, sin ir más lejos, los sorianos necesitaron 56 segundos. Eso no es competir, por más que se estruje el verbo.
La cuestión es que cada punto cuenta y que para llegar a los 45-50 puntos a final de temporada se necesitan muchas victorias y el tiempo apremia. También asfixia la clasificación, que sí, sí que se mira. Y así es como deber ser. El Málaga puede dar alcance al Tenerife y dejarlo atrás, esa debe ser la primera gran motivación blanquiazul, demostrarse a sí mismo que está capacitado para doblegar a contrincantes de su nivel actual. Derribar barreras psicológicas puede ayudar a crecer a los de Víctor.
Recupera el Málaga a Adrián González y Juanpi Añor, ausentes en Los Pajaritos. Habrá que ver dónde encaja Víctor al capitán, que últimamente andaba alejado del área y más pendiente de acompañar a Keidi Bare. No se esperan grandes cambios en el once más allá de saber quién será la pareja de Luis Hernández en el centro de la zaga.
Del Tenerife se sabe que llega con bajas importantes y con un entrenador nuevo como Rubén Baraja, que pudo serlo del Málaga antes del último regreso de Muñiz de la mano de Caminero hace dos veranos. El vallisoletano tiene en ascuas al cuerpo técnico blanquiazul porque al ser el día de su estreno no saben bien qué sistema de juego utilizará ni qué piezas concretas.
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