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Ignacio Camacho, ex capitán del Málaga, siempre es una voz autorizada para hablar del conjunto blanquiazul. Ahora dedicado al fútbol desde dentro, trabaja para el Atlético de Madrid, y alguna vez que otra se calza las botas para matar el gusanillo. No olvida a uno de los equipos donde fue feliz: "Al Málaga lo sigo y lo veo cuando puedo. Está en una situación en la que después de ganar se ven las cosas de forma diferente, siempre tienes esa esperanza de seguir. Tienes que pensar en el domingo, no mirar más allá, obsesionarte con él y a ver qué pasa. Ahora mismo no está en sus manos, lo único que puede hacer es ganar cada domingo”, comentó en SER Deportivos Málaga.
“La realidad es que es muy complicado por los partidos que quedan y la distancia de puntos con la salvación. Pero peores cosas se han visto. Lo más difícil no son los demás, es acortar esa distancia porque llevas un tramo de temporada donde no has conseguido ser regular. Pero ya no hay que pensar en lo que has hecho hasta ahora, centrarte en la semana en conseguir esos puntos y olvidarte de todo lo demás”, añadió.
Recordó épocas difíciles como blanquiazul pero también cómo lograron rachas de triunfos: “Creo que fueron seis con Pellegrini y con Javi Gracia conseguimos aumentar esa racha de victorias, si mal no recuerdo. Cuando llegamos estábamos muertos en la bañera y hacíamos buenos partidos y el balón no entraba y de repente empezó a entrar y nos salvamos faltando una jornada, creo”.
“Fueron años bonitos porque también veníamos de una primera vuelta mala y con Manuel conseguimos la salvación y con el objetivo de que si salvábamos esa temporada iban a venir grandes fichajes como así los hubo. Y con Javi, pues era al revés. Se habían vendido todos los jugadores de la época de Champions y la incertidumbre que creaba la situación del club, de cómo iban a responder, seis o siete compañeros nuevos. Las dos tienen mucho mérito”, siguió.
Como capitán, tiene claro el sendero: "Son situaciones donde hay que mandar mensajes positivos, esforzarse el máximo posible, mucho que ganar y poco que perder. Cuando estás abajo, todo lo que sea sumar es bueno. Ir con los partidos ir ganando sensaciones, con buenos pases, buenas jugadas, siendo defensivamente férreos. Lo importante es ir cogiendo confianza con todo lo que tienes encima”.
Entiende que en verano las perspectivas son unas pero "luego todo tiene que cuadrar, tienes que ser un equipo, los resultados, la confianza...". "A final de temporada habrá que pensar en lo que se ha hecho mal e intentar mejorar, ojalá que tenga un final feliz, que se consiga la permanencia. Y si no, pues habría que tener un camino para poder devolver al Málaga a donde se merece”, comentó y abogó por una estabilidad de club que no traslade inseguridades al campo. “Hay situaciones que nadie las entiende y más complicado es hacérselo entender a la afición, pero luego ves el estadio cómo está y eso no tiene precio. En los malos momentos también está y eso tiene mucho valor", sentenció.
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