Exteriores de Bahía Sur tras el partido.
Exteriores de Bahía Sur tras el partido. / Gaby Cumbreras / Deporte De La Isla

La jornada había sido de camaradería, los aficionados del Málaga CF habían comido en varios puntos de San Fernando y el ambiente con la afición del equipo local había sido muy bueno. Se veía a varios de ellos juntos en varios bares cercanos a Bahía Sur en la previa del encuentro. Pero la cosa se complicó al final del duelo. Pocos minutos después del pitido final del partido se escuchaban golpes y gritos en la salida del estadio al tiempo que los pitidos de la policía.

El partido había sido declarado de alto riesgo. Hubo un incidente aislado en el partido de ida que no pasó a mayores y ello llevó a la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte decidir que así fuera catalogado. Había un fuerte despliegue policial en el estadio y los alrededores. La asistencia fue de 4.069 espectadores, con algo más de 600 desplazados desde la Costa del Sol, también algunos malagueños que viven en la provincia de Cádiz.

Al final del partido, en un bar que gestiona una de las peñas del San Fernando en los exteriores de Bahía Sur, se produjeron enfrentamientos entre las dos aficiones y tuvo que intervenir la policía. Los desperfectos en el bar eran evidentes pocos minutos después del final del partido, también l la tienda del club, situada al lado. "Ha sido una veintena, han venido y han arrasado", decía un aficionado local en referencia a un sector de la afición del Málaga, que cuando entró en el estadio recibió algún improperio. Y al final del duelo se encendió la chispa cuando se cruzaron a pesar de que se habían tomado precauciones y de que la policía había formado un cordón previo que no fue efectivo. Había medio centenar de efectivos de diferentes cuerpos que intervinieron, pero hubo algún herido aficionado local, también entre los malaguistas. Una pena después de una jornada que se había desarrollado con normalidad y en sintonía entre dos equipos andaluces. Seguidores malaguistas presentes aseguran que al entrar en el estadio hubo insultos y lanzamiento de bebidas y que al salir le quitaron la bufanda a un joven malaguista y lanzamientos de objetos y de ahí devino la trifulca. El Málaga consultó la versión de la policía nacional, que respaldó la de los aficionados blanquiazules.

"El San Fernando condena los hechos violentos acontecidos en una de las dependencias del club a la conclusión del partido y lamenta profundamente los daños ocasionados a los aficionados azulinos allí presentes. El club se pone a disposición de todo aquel aficionado que necesite asistencia sanitaria y tomará las medidas legales oportunas para que este acto no quede impune", decía la entidad azulina.

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