La presión de Izan Merino: Málaga, Real Madrid, España

Con poco más de 17 años, las expectativas sobre él son altísimas

Lo último que Loren dijo sobre el canterano

Izan Merino, en el Málaga CF - Antequera.
Izan Merino, en el Málaga CF - Antequera. / Carlos Guerrero

No hace falta ver mucho a Izan Merino para percibir que tiene algo especial. Lo saben los que más saben y también los que creen saber y no saben. Hasta esos. Se palpa. Es una sensación familiar que pasa de vez en cuando. Porque los hay buenos y los hay tocados por una varita. Pero es eso, una promesa. Sin embargo existe una presión alrededor de él que tanto el Málaga como el entorno del futbolista tienen que manejar con tiento para evitar que este negocio se cobre el enésimo juguete roto. Porque lo tiene todo a su favor a sus insolentes 17 años. El fútbol, conviene no olvidarlo, no está sólo en las piernas, gran parte reside en la estabilidad mental y emocional. Si falta esto último, hasta el cuerpo se resiente.

Tiene la planta, las formas y el talento. Demostró su carácter jugando con naturalidad a sus 16 años en Tercera RFEF con el Malagueño y se deja notar cuando va con las categorías inferiores de la selección española. Sergio Pellicer se le llevó a la pretemporada, marcada por algunos problemas de lesiones, le quiere cerca porque progresa a un ritmo muy alto, pero también hay que controlar otros factores. Con mucho celo, se le va administrando.

El Málaga tiene su propia hoja de ruta. Se ha insistido mucho en vender una idea de club de cantera pero los traspasos de Cristian Gutiérrez y Álex Calvo -más allá de detalles y consideraciones- contradijeron el discurso. Ver desfilar a Izan Merino al Real Madrid por un cuarto de millón terminaría de pinchar ese globo, con un descrédito considerable. Su cláusula es de tres millones. Los blancos aprietan aunque no están dispuestos ni a aproximarse a esa cantidad.

En Martiricos creen que es un valor de futuro muy claro. Loren Juarros adivina que puede ser un jugador que abarque mucho más campo si cabe que ahora mismo, incluso con perfil más ofensivo. La cuestión es que el Málaga tiene que abordar su mejora contractual para terminar de certificar la apuesta porque a todo este asunto hay que añadirle condicionantes personales y la propuesta en firme del conjunto blanco.

En el entorno del chico no quieren que se frene su crecimiento, que en Primera RFEF según vayan las cosas puede ser testimonial, como ya le ha pasado y le está pasando a canteranos. Que no sea un habitual de las convocatorias y ya está. "Tenemos también a Izan Merino, que está entrenando con el equipo y que tenemos que contar con él. No me gustaría cerrar puertas a jugadores de la casa que tengan proyección. Es un proceso que el club tiene que aceptar", apuntaba Loren Juarros.

"La posición es clara. Está en el paquete de jugadores que el club quiere que se fidelicen con el Málaga. Eso supone ampliar sus contratos y él es uno de los jugadores que el club entiende que tiene que hablar con ellos. Todo a su tiempo, pero ese es el planteamiento del club a medio y largo plazo", dejó claro el director deportivo.

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