Arenga de José María Muñoz y Manolo Gaspar al vestuario

El administrador y el director deportivo felicitan a todo el equipo en una cita en La Rosaleda antes del entrenamiento

Pellicer escucha atento a José María Muñoz
Pellicer escucha atento a José María Muñoz

Sergio Pellicer observa atento a José María Muñoz desde un lateral de la sala de prensa Juan Cortés del estadio de La Rosaleda. El administrador judicial se dirige al grueso del primer equipo. Futbolistas, técnicos y demás ocupantes de la nave blanquiazul, luciendo mascarillas y distancias, escuchan sin perder lo que tiene que decir. Está también Manolo Gaspar, apoyo y refuerzo para el actual máximo responsable de la entidad. La intención es clara: cohesionar más aún si cabe al equipo y al club, felicitar por lo logrado hasta ahora y salir de allí como un todo indivisible.

Porque se está marchando este 2020, que se estrenó con el vídeo de Víctor Sánchez del Amo y ha derivado en todo un proceso casi kafkiano, distópico incluso. Pero la realidad es la que es y de Martiricos hacia dentro las cosas están fluyendo después de una radical terapia de choque. No sobran estos gestos, al contrario. Generan complicidad, ayudan a reforzar la identidad y ponen cara y alma al club, que mira a los ojos directamente a sus futbolistas.

Así se comenzó el jueves, antes del entrenamiento con vistas al encuentro contra el Almería en el estadio de los Juegos del Mediterráneo. Tanto José María Muñoz como Manolo Gaspar quisieron felicitar a todos y cada uno de los componentes del vestuario del Málaga "por el buen ambiente y la armonía que se vive en el grupo formado por los jugadores y los miembros del cuerpo técnico encabezado por Sergio Pellicer, quienes han formado una piña malaguista", presumió en su nota el propio club.

Lo cierto es que no se puede estar más satisfecho con el rendimiento del conjunto malacitano, que coquetea con la zona alta y está mostrando más virtudes de las que se podían esperar tal y como estaba el panorama durante el anterior mercado. Son 25 puntos los que acumula el Málaga, la mitad de los 50 señalados como suficientes para la permanencia matemática en Segunda División. Desveló el propio club que Muñoz ensalzó "la unión del vestuario como una de las claves para la consecución del objetivo". Y luego convirtió sus palabras, en un deseo que tiene forma de imagen, una estampa que define a la perfección lo que es este Málaga a día de hoy, la que se produjo en Fuenlabrada, con ese icónico abrazo colectivo.

Por si las moscas, tanto el administrador como el director deportivo prepararon el terreno por si vienen peores tiempos sobre el césped, apelando también a instintos más primarios y la perseverancia en el trabajo diario para afrontar cualquier escenario por complejo que sea. Y de ahí al césped, para hollar azulejos de hierba al ritmo del balón.

stats