Juande y Chavarría como síntomas
El club habla de "buen ritmo" en la recuperación de ambos, ejes que añora un equipo tambaleante
El regreso al trabajo del Málaga, que descansó el lunes para volver al tajo tras el golpe sufrido ante el Almería. En su parte, el club informó acerca del estado físico de sus futbolistas. "Chavarría y Juande, a buen ritmo ultimando sus respectivos procesos de recuperación", se podía leer. Como dejando caer una promesa pero sin decir dónde está la meta. No son nombres de bajas, son algo más.
Con el argentino no se ha podido contar de manera real esta temporada. Se esperaba otra evolución en su recuperación, que ha tomado afluentes que han cortado cualquier tipo de progresión. Ya ha pasado casi un año de su grave lesión en Anduva el 1 de marzo de 2021 y el vacío sin él es tremendo. El Málaga vivió en no pocas ocasiones de sus cualidades, siempre al servicio del colectivo y al mismo tiempo capaz de marcar ciertas diferencias.
Es evidente que el resto de jugadores ofensivos de la primera plantilla están infinitamente por debajo de un rendimiento aceptable. El Málaga apenas encuentra fórmulas para inquietar a sus adversarios. Sekou Gassama está siendo muy poco más que Orlando Sá. Brandon Thomas ha bajado sus prestaciones de manera alarmante y Antoñín da una buena faena con demasiado espacio hasta la siguiente. Eso sin entrar en mediocampistas y otros extremos como Jozabed, Jairo, Paulino, Vadillo, Febas... Los guiños intermitentes no son bastante.
Apenas Roberto, recién llegado del juvenil y asentado gracias a José Alberto, sigue librando batallas ante defensas curtidos en todo tipo de partidos. Natxo González tampoco ha tardado en darse cuenta. No se arruga, como no se arrugaba el argentino en el campo. Que Chavarría llegue a tiempo de ofrecer un buen rendimiento es una incógnita, pero sin duda reforzaría el poder ofensivo blanquiazul (menos de un gol a favor por partido).
Cuando no se tiene gol, hay que defender bien. Y resulta que en la defensa el más joven de todos es el que no puede faltar. Sin Juande, al que los problemas físicos han sacado del juego varias veces, el Málaga es aún más frágil. Porque se puede sobrevivir sin gol si eres capaz de no encajar goles, pero los blanquiazules son exageradamente blandos en demasiadas ocasiones. Especialmente Peybernes, el elegido para comandar la zaga esta temporada. El rendimiento de los laterales también es alarmante.
Sin encima coincide con que Escassi no está bien y que el equipo carece de presencia en la medular sin Luis Muñoz y Genaro... Sin embargo, no es sólo cuestión de los defensores, por decirlo así, es de mecánica defensiva en general y de falta de nervio y concentración en particular. Y de ahí no sale vivo casi nadie.
Le toca a Natxo ver si puede exprimir algo de lo que tiene o de si es capaz de tocar alguna tecla que reactive a este Málaga torcido. No hace tanto que competía casi ante cualquier rival y acariciaba la zona alta. Eso no pudo ser casualidad ni puede ser todo culpa de las bajas. Aunque con Juande y Chavarría, cómo no, quizás sería algo diferente.
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