Kiko Olivas: "Nunca celebraría un gol en La Rosaleda, es mi tierra y lo aprendí casi todo ahí"
El central antequerano vuelve 15 años después a jugar en el campo donde debutó en la élite
Kiko Olivas (Antequera, 1988) vuelve a Málaga por primera vez en su carrera. Es algo curioso. Debutó en la temporada 2006/07, en Segunda, a las órdenes de Muñiz en un Salamanca-Málaga. formando pareja con Alcalá. Los dos hicieron carrera después en el fútbo. Se fue al verano siguiente a Villarreal. Después, Córdoba, Sabadell, Girona y Valladolid, donde cumple su quinta temporada. Nunca ha vuelto como rival a La Rosaleda y lo hará este sábado.
"Hace bastante tiempo de aquello, pero guardo un gran recuerdo. Tengo 33, tenía 18 años entonces. El debut fue en Salamanca con Pedro Alcalá en el centro de la defensa. Quedamos 0-0, llevaba el 54 a la espalda. Fue mi debut tan joven y eso siempre marca. La camiseta la tengo en casa en Antequera. Es algo especial que siempre lo tienes con mucho cariño", recordaba en Ser Deportivos Málaga sobre aquella experiencia, aún siendo juvenil, en el primer equipo: "Llegué a jugar algunos partidos más, los últimos dos, el día del Cádiz que nos salvamos matemáticamente, y el último en Castellón también. Salí en Tenerife, Almería... Fui teniendo minutos y alterné con el Juvenil, que estuvo en la Copa de Campeones que se jugó en Antequera". Es curioso, su último partido en La Rosaleda fue cuando se empató con el Cádiz (1-1) y se logró la salvación matemática.
"Es un tema que quedó una espinita, no se dijeron las verdades, me quedó una ahí. No se contó bien y a esa edad duele. Mi intención era seguir en el Málaga, había debutado ya en el primer equipo, había conseguido llegar ahí. No se contaba conmigo para hacerme ficha del primer equipo y entonces llegó la oferta del Villarreal, que era bastante atractiva porque se me ofrecía jugar en categoría bastante superior a la del filial del Málaga y hacer la pretemporada con un equipo de Champions League. Tu propio club no te daba esa opción de primer equipo", recuerda Olivas sobre los motivos de su marcha: "Fue una pena no quedarme en mi casa, donde había llegado al primer equipo, pero no se dio. Yo resquemor ninguno con el club, ¿cómo voy a tenerlo? Era mi casa, llegué al primer equipo. Había un proyecto bueno para el año siguiente, de hecho se ascendió. Se da esa nostalgia que compañeros que jugaron conmigo estuvieron en Primera con el equipo de su tierra. Y eso sí queda igual, pero también fui feliz en otros lugares. En ese momento, con 18 años, era triunfar en casa el sueño. No sé si tuvo Muñiz que ver, no sé quién decidió".
"De Villarreal tengo un cariño especial, debuté en Primera, es como la meta de todo futbolista. Fue una época bastante bonita, disfrutar de un club magnífico, con compañeros de nivel mundial, jugué en Segunda con el filial tres años, debuté en competición europea... Me trataron genial", recuerda sobre aquellos años a las órdenes de Pellegrini en Castellón: "Estuve en varios equipos, intentando hacer carrera y estar en la máxima categoría, pero no se iba dando. En Girona subí pero no pude jugar en Primera. Con el Valladolid sí pude ascender y disfrutar de la máxima categoría".
"El año ha tenido sus altibajos, no empezamos con la expectativas que teníamos, costó aclimatarnos. Cogimos buen ritmo y ahora tenemos el objetivo de ascender directamente, tenemos una gran plantilla y somos ambiciosos. Depende de nosotros y estamos muy bien situados", resume el malagueño sobre cómo es la vida en el rival malaguista: "Ronaldo, el presidente, se pasa de vez en cuando, es una persona mundialmente conocida y hace muchas cosas, pero viene a partidos y entrenamientos, es muy cercano, tiene un trato extraordinario con todos los jugadores".
"Pacheta es muy pasional, vive el fútbol muy intensamente, hay que sentir el fútbol así, es lo que nos transmite. Al principio nos costó coger su idea, pero ahora muy bien, aclimatados. Empecé jugando, he estado bastante tiempo fuera porque otros compañeros dieron un gran nivel. La semana pasada pude entrar y conseguimos una victoria holgada", ahonda sobre el entrenador.
"Muy especial, tenía muchas ganas. Hace 15 años que pisé la última vez ese campo, es algo muy bonito. Ver a la familia en la grada, que lo viven y lo sienten... Nunca celebraría un gol. Es un sitio donde empecé a jugar al fútbol, mi tierra, donde lo aprendí casi todo. Es algo más que fútbol. No lo celebraría, por respeto. Es una alegría meter, ayuda a tu equipo, pero el respeto y todo lo vivido en Málaga es importante mantenerlo", responde sobre sus sensaciones y sentimientos antes de volver: "Que yo sepa no hubo oportunidad de volver, no sé si con mi agente hablaron. Hemos tenido mala suerte, no se han cruzado los caminos, ni siquiera hemos jugado en la misma categoría. Es una pena, porque siempre es especial. Acabo contrato. Ojalá se cruzaran los caminos algún día y volver allí. Es un sitio especial. El Málaga lleva un año complicado. Llevaba muy buena dinámica, era muy complicado en su casa rascar algo. Ahora tiene un pequeño bajón. Cambiarán con el nuevo míster. Nueva imagen, el público apoyará para salir en una situación complicada. Más ante un rival como nosotros, grande en la categoría. Es vital ganar y nos lo van a poner muy difícil. Siempre que puedo lo veo al Málaga, a mi hijo lo tengo que vive mucho y me pide ver partidos. Tiene jugadores con calidad, jugadores importantes arriba. Le metían mucho ritmo e intensidad, con jóvenes de la cantera. Equipo dinámico y que cambió un poco. Seguro que con el nuevo mister le meterán ese ritmo. En casa nos pusieron problemas".
"No sabemos el once, el mister no nos da pistas. En principios estamos todos disponibles y al 100%. La familia estará en la grada. Es algo especial, mi mujer y mis hijos viajan entre semana. Todos tenemos muchas ganas", cerraba el antequerano.
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