Koke, antes de volver a la cárcel: "Hay que pagar por estupideces, pero no soy Pablo Escobar"
"Vengo de un barrio de Málaga donde todos mis amigos son amigos de la infancia... Tengo contactos por todos lados, pero no soy Pablo Escobar", dice el ex futbolista, condenado hasta 2027 por tráfico de droga
Sentencia en mayo
El ex futbolista malagueño Sergio Contreras Pardo, Koke en el mundo del balompié, fue condenado el pasado mes de mayo tras confesar que lideró una red de tráfico de droga. Con 40 años cumplidos, el que fuera delantero espera la entrada en prisión. Previamente estuvo en preventiva dos años hasta la celebración del juicio.
Koke concedió una entrevista a Canal Football Club, un programa de TV en Francia, donde jugó desde 2004 a 2006 compartiendo plantilla con históricos como Drogba, Ribery o Nasri en el Olympique de Marsella, el club con más seguidores del país galo. "La vida es un poco complicada... Estoy esperando volver a prisión después de dos años allí... Hay que pagar por estupideces. Necesitamos poner fin a esto lo más rápido posible", decía en malagueño en sus palabras al medio de comunicación francés.
Condenado el pasado mes de mayo a seis años de prisión tras admitir estar al frente de una red de tráfico de cannabis a escala internacional, Koke se refería a sus orígenes: "Vengo de un barrio de Málaga donde todos mis amigos son amigos de la infancia... Tengo contactos por todos lados, pero no soy Pablo Escobar. Cuando escuchas “traficante internacional", piensas '¿Qué carajo hizo?".
"Como jugador de fútbol, tienes suerte de ganar mucho dinero. Yo ganaba tal vez un millón de euros al año. En el otro negocio, ganas en dos meses lo que puedes ganar en un año en el fútbol. Pero estás arriesgando tu vida", señalaba.
Preguntado sobre los riesgos vinculados al tráfico de drogas, Koke señalaba que "en Francia, te pueden matar muy rápidamente por eso. Aquí también te pueden matar a ti, pero no tengo miedo. La prisión está abierta para la gente que es estúpida… Volveré a prisión, no sé por cuánto tiempo, pero tengo condena hasta 2027. Cuando estuve por primera vez en prisión conocía a todos, pero ser futbolista no cambia nada. Había muchos franceses, incluso marselleses. Vi muchas camisetas del OM en prisión".
Antecedentes del caso
Sergio Contreras, considerado el cabecilla de la trama, ha reconocido -a preguntas del Ministerio Fiscal- que en el periodo comprendido entre octubre y noviembre de 2019 intervino en distintas operaciones para el transporte de sustancias estupefacientes, y señaló a algunos de los acusados como las personas que también participaban para llevar a cabo este fin. El resto de procesados en la causa, del mismo modo, han señalado a Koke como la persona que daba las instrucciones necesarias de qué cantidades comprar, a qué precio, dónde llevarlas y qué tipo de vehículos se debía alquilar para el traslado de la sustancia ilícita.
De esta manera, la fiscal le ha acusado de un delito contra la salud pública en la modalidad de sustancias estupefacientes que causan grave daño y no grave daño para la salud de las personas, por el que ha solicitado cinco años y seis meses de prisión, y una multa de 676.368 euros. Además, ha pedido otro medio año de cárcel por el delito de pertenencia a grupo criminal.
El procesado apodado como Sonic, quien -según el escrito de acusación- desempeñaba junto con Koke una posición relevante dentro de la organización al ser encargado de dar soporte financiero de importantes cantidades económicas a la organización mediante un sistema conocido como Hawala -una red informal de intercambio de dinero-, se enfrentaba inicialmente a la misma pena que el exfutbolista: 16 años. Sin embargo, tras su reconocimiento de los hechos, la fiscal ha rebajado hasta los cinco años por un delito contra la salud pública que causa grave daño a la salud de las personas en cantidad de notoria importancia.
El hermano del líder de la banda, que también ha confesado realizar labores de transporte de la droga y de envasado de la misma, se enfrenta a la misma pena de prisión que Koke, junto con los apodados como Juanmi y El Gordo. Un total de seis años y medio por delitos contra la salud pública y pertenencia a organización criminal; mientras que para el conocido como Juanma la fiscal ha solicitado cinco años por su autoría en un delito contra la salud pública, seis de pertenencia a organización criminal y un año por tenencia ilícita de armas.
El resto de penas fluctúan entre los cinco y los dos años. Para la que fuese pareja sentimental de Koke durante el desarrollo de los hechos delictivos, que ha afirmado que desarrollaba labores de custodia y entrega del dinero procedente de la actividad ilícita, haciéndose cargo del pago y cobro a proveedores e intermediaba en las operaciones de tráfico de sustancias, el Ministerio Público ha pedido una pena de dos años de prisión por un delito contra la salud pública que no causa grave daño para la salud de las personas, pese a que antes de llegar al acuerdo se enfrentaba a doce años.
Cabe recordar que durante la operación policial que desmanteló este entramado, desarrollada en Málaga, Sevilla y Granada, participaron 150 guardias civiles y se practicaron once registros simultáneos.
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