La Rayuela
Lola Quero
El rey de las cloacas
El Málaga es también reflejo de lo que no están dando los hombres llamados a formar su columna vertebral. Ese déficit hace que no alcance el punto óptimo para que el resto de piezas encajen con naturalidad en el esqueleto. Sin el gol de Rubén Castro, los pulmones de N’Diaye y la jerarquía de Burgos, es complicado dar el salto de calidad. Cayeron los detalles de nuevo para el Levante –mención aparte el penalti escamoteado sobre Fran Sol– ante un conjunto blanquiazul que compitió lo mejor que supo y pudo.
Con sus carencias y su serie de catastróficas desdichas en las que un disparo mal elegido por Villalba mutó en ataque del Levante, que ya no salió de allí sin su presa. En el área propia hay que tener colmillo afilado y mayor solidez y concentración. En la otra, Castro sigue sin romper el bloqueo. Pese a todo, sí hubo mérito y trabajo en el Málaga, comprensión de la situación y el contexto. Generosidad hay y eso no es poco para pensar en salir de las catacumbas. Será la mezcla de lo individual y lo colectivo o no será.
El Málaga había empezado a reaccionar agarrado a dos extremos de la casa. Primero se abrió paso Cristian y luego rompió Haitam. Los problemas físicos reclamaron nuevamente protagonismo en esta temporada aciaga en ese aspecto y Mel llegó con el equipo en cuadro y tirando de más canteranos.
Empujado por las circunstancias, y teniendo en cuenta que iniciaba una serie de tres partidos vitales en el complicadísimo campo del Levante, apostó por un once que sonaba mucho a la prototipo de Málaga imaginado en verano, con tres centrales, carrileros y un centro del campo con hombres más interiores y la guinda de Rubén Castro.
Sabía Mel que era vital que no dejasen de sentirse sus hombres más solventes en defensa, capaces de aguantar embestidas y de minimizar ocasiones rivales. También que la pelota iba a ser de los locales. El Levante de Javi Calleja tiene calidad y tablas, pero es un rival de los mortales. Muy buenos mas no infalibles.
Por eso aquello de hacer el encuentro “espeso” que decía el viernes el entrenador blanquiazul.
Algún desajuste defensivo bien leído por los granotas provocó las primeras opciones contra la meta de Rubén Yáñez, que despejó un disparo de Cantero a los once minutos. Al cuarto de hora De Frutos logró encontrar una vía ante la presencia de Javi Jiménez y el esférico casi lo emboca Martínez.
Respondió el Málaga en una contra que condujo Javi Jiménez con criterio para lograr dejar a Rubén Castro en posición de disparo en el área. El canario tiró con la zurda y Cárdenas la envió a córner. Habría reorientado el partido al escenario ideal. Aun así los blanquiazules resistieron ante un Levante que bailaba al ritmo de Montiel, que avisó a Yáñez en un par de disparos.
El Málaga seguía a lo suyo, actuando como un conjunto serio de Segunda, sin grandes alardes y fiando el premio gordo al balón parado y las contras. En otra que llevaron bien Febas y Villalba al borde del descanso, Rubén Castro se desquitó con un sutil toque de exterior que le transformó el rictus. El VAR avisó de que en el momento del centro andaba ligeramente adelantado y no subió.
El ritmo de la segunda mitad no era excesivamente alto y el Levante casi todo lo intentaba desde fuera del área. Al Málaga no le duraba mucho el esférico, casi siempre muy lejos del área rival y sin velocidad parar amenazar.
Con el Ciutat poniéndose nervioso y contagiando a los suyos, el Málaga claudicó. Montiel retó a Jiménez y logró sacar un centro a Brugué, que se topó con el larguero, pero emergió el capitán Iborra para remachar. Ahí le tocó a Mel actuar. Primero quitó a Luis y Castro por Loren y Fran Sol. Después a Escassi, el mejor atrás, por Issa Fomba, con lo que cambiaba el sistema.
El Levante agradeció los nuevos espacios, aunque el Málaga no se rendía. Fran Sol probó fortuna desde fuera del área en el 71’ y provocó un córner que regaló un grito ensordecedor del propio delantero. Las imágenes mostraron un agarrón escándaloso de Pepelu, haciendo chicle de la camiseta del punta. No lo consideraron suficiente... Se tiró al césped el cancerbero del Levante, Cárdenas, por problemas físicos. Cuatro minutos al limbo, cortando el empujón del Málaga.
Yáñez estuvo en su sitio para evitar las dos más claras del Levante en una fase en la que el Málaga se soltó y mereció algo más. Issa Fomba, con los ejemplos de Cristian y Haitam, salió desacomplejado y retando a todo el que se le ponía por delante. Varios disparos, con especial intención uno en el área en el que se zafó de su par y se encontró con Cárdenas.
El portero, que tan mal no estaría cuando Calleja realizó sus cinco cambios, volvió a coronarse con una parada a remate a bocajarro de Loren Zúñiga tras un centro de Javi Jiménez. Lo dio todo y un poco más el Málaga.
La derrota del Ibiza le permite no ser colista pero la zona de permanencia se pone otra vez a más de un partido. Antes de verse las caras con los de Lucas Alcaraz, el Granada visitará La Rosaleda con un 3-1 al líder Alavés.
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