Linares - Málaga CF: Esos momentos malaguistas (18:00)
Más de 2.000 malaguistas estarán en Linarejos animando al equipo para intentar prolongar la racha de tres victorias
Enfrente, un rival con callo y con poso en Primera RFEF
Señorío desde Linares
Es una temporada en el purgatorio, que si se perpetúa puede provocar gangrena. Pero también puede ser una campaña en la que se coleccionarán momentos bonitos para el malaguismo en esta cura de humildad que es la estancia en la tercera categoría del balompié nacional. Por ejemplo, la peregrinación a Linarejos para acompañar al equipo a intentar conseguir la cuarta victoria consecutiva (18:00 horas) en Primera RFEF. Más de 2.000 aficionados subirán Las Pedrizas y se desplazarán hasta la Andalucía interior para conocer un estadio con esencia en una ciudad bastante futbolera y con sentimiento de pertenencia. A través de las redes sociales, el club linarense ha dado una lección de hospitalidad con varios gestos para acoger a aquellos aficionados que pasarán el domingo en tierras de olivos. Desde un cartel espetero hasta recomendaciones de bares donde tapear.
Después de la dura resaca del descenso, con todas las enfermedades asociadas que lleva, el Málaga vive unas semanas de cierta calma. Lo que acontece en el verde marca mucho la actualidad de un club. Y lo que ha ocurrido en las últimas semanas ha gustado, con tres victorias seguidas y buen juego, pujanza de los más jóvenes, imágenes de compromiso y entusiasmo. Ya está Pellicer para bajar el suflé y poner firme a quien imagine más allá del siguiente partido. Ahora es la metáfora del velocista y el maratoniano, la dicotomía en la que se mueve el aficionado y el equipo. Es cierto que el tramo del calendario no fue el más exigente, con filiales y el desplazamiento al campo de Baleares. Pero, por ejemplo, el Recreativo Granada, que pareció un equipo bizcochón e ingenuo en La Rosaleda, arrancó un punto de Linarejos siendo mejor, en palabras de Óscar Fernández, técnico del rival de esta tarde. En la Primera RFEF los partidos están abiertos.
No hay que perder la perspectiva de que se trata de sumar y que los empates a domicilio no son un desastre. La media inglesa (ganar en casa y empatar fuera) ha dado para subir en los dos años que lleva implantada la categoría. Así que fortificar la portería supone sumar. Por primera vez se dejó la meta propia a cero ante el filial granadinista. No significa que el Málaga no deba ir a por los partidos, es un equipo ambicioso y alegre. Pero sí hay que saber leer situaciones y momentos en los que no se debe exponer y hay que guardar la ropa para ir llenando el granero de puntos cuando no se puede sumar de tres en tres.
Enfrente, un rival joven, con varios cedidos de categoría superior, con el paradigmático caso de Fermín el año pasado. El onubense se salió con 12 goles con el Linares y ahora es asiduo en los planes de Xavi Hernández en el primer equipo del Barça. Ese trampolín a categorías superiores es uno de los acicates de la categoría en el lucimiento personal. Pero en el Málaga, aunque se rehúya de la palabra ascenso, el reto es colectivo. Los primeros pasos han sido los correctos, pero vienen curvas.
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