El administrador toma las llaves del Málaga
Málaga CF
José María Muñoz toma posesión en La Rosaleda como nueva cabeza visible junto a su equipo
Despide a Shaheen y se reúne con jugadores y técnico
Era viernes, viernes 21 de febrero, un día que quedará señalado en la historia del club por su trascendencia, pero el antes y el después que generó y por todo ajetreo en La Rosaleda. Fue el primer día de José María Muñoz Jiménez como administrador judicial del Málaga. Un día intenso, largo, que vivió sus horas más intensas mientras el sol alumbraba la ciudad. Comenzaba pronto, a primera hora, cuando en el juzgado tomaba los poderes para comenzar oficialmente la intervención del club decretada por la jueza Ruiz González. Acompañado por la secretaria judicial y su equipo de colaboradores, su primera medida fue expulsar de La Rosaleda a Richard Shaheen.
Después, hubo reunión con los capitanes y el técnico, una vez terminó el entrenamiento del equipo, que sigue preparando el partido de este domingo contra el Racing, para que el que se prevé un entrada tremenda, una vez se agotó el papel. Después de salir para un receso a las 16:30 horas de La Rosaleda, la comitiva con Muñoz y sus colaboradores regresó un par de horas después a La Rosaleda, la que será su hogar en los próximos meses, para tomar sus coches y marcharse con nuevo destino.
Los empleados de responsabilidad de la entidad quedan relevados actualmente de los puestos que ocupan y Muñoz Jiménez podrá decidir quién es válido para continuar ejerciendo su labor, por lo que si estima que la estructura actual de la entidad es excesiva en cuanto a su número, podría continuar prescindiendo de algunas de sus piezas. “Se producirá la remoción de todos los miembros del Consejo de Administración incluído el Presidente querellado y Secretario no Consejero, tanto de la entidad Málaga Club de Fútbol Sociedad Anónima Deportiva, como de la entidad Nas Football SLU, así como los testaferros y apoderados de aquellos, salvo que otra cosa se considerara procedente por el Administrador Judicial”, decía el auto.
Y ejecutó Muñoz a la figura de Richard Shaheen, como elemento más significativo, el último director general nombrado por Al-Thani y que percibía altísimos emolumentos: unos 300.000 euros anuales (no ha llegado a cuatro meses en el cargo). El directivo estadounidense abandonó La Rosaleda en taxi, después de que pidiera que el chófer que habitualmente le ha servido le llevara. Se le comunicó que ya no hace uso y disfrute de nada que sufrague el club. De hecho, tenía dos chóferes a su disposición, obviamente a cargo de la entidad. El americano abandonó las instalaciones entre abucheos de los allí presentes, entre los que se encontraba Antonio Aguilera, presidente de la Asociación de Pequeños Accionistas del club, que no pudo contener algún improperio hacia la figura del ya ex director deportivo, que se marchaba, como si la cosa no fuera con él, leyendo una revista en el taxi.
Fui ruidosa la llegada del administrador judicial a La Rosaleda, que estuvo respaldado por un vehículo de policía que representaba en cabeza la comitiva. Le seguían otros dos coches, uno blanco y otro negro, donde iban José María Muñoz Jiménez y su equipo de asesores que le acompañarán durante esta aventura.
Muñoz Jiménez tomó posesión pese a que los abogados de Al-Thani solicitan que se suspendan las medidas. “Los recursos de apelación no tienen efectos suspensivos en lo que respecta a la ejecución de ambas medidas cautelares”, admitían en su propia nota los responsables de Baker McKenzie, bufete al que se ha encomendado Al-Thani y que ya inició los trámites para recurrir el auto de la jueza.
Ahora, por delante, una ardua labor para Muñoz y sus colaboradores. Tendrán que poner orden al aparente dislate de las cuentas del club. Su margen de actuación no es muy amplio, pero seguramente tendrán que levantar alfombras. Hay indicios de actividad ilegal en el club por parte de los Al-Thani. No hay que olvidar que también se hacen cargo de NAS, la presunta empresa pantalla creado por el jeque y su familia para desviar fondos. Cabe destacar que todo esto lo ha aprovechado BlueBay, la cual ha pedido la ejecución de la sentencia favorable sobre las acciones del jeque que en estos momentos se encuentra en fase de recurso por parte del jeque y que en su momento se decantó favorable para la cadena hotelera.
Muñoz y su equipo, pues, trabajan para elaborar ese primer informe que debe presentar en un mes, según precisó la jueza en el auto, sobre la situación económica del Málaga, para comprobar la viabilidad del club. No será sencillo, ya que tendrá que analizar y recopilar una cantidad ingente de información en este primer mes para llevar a cabo el mencionado informe. Será cuando acabe ese mes cuando la jueza disponga en su despacho de un primer enfoque de las cuentas del club de la mano del administrador judicial. Éste se encargará también de transmitirle cuáles considera que son las fórmulas que aseguren o garanticen la viabilidad a corto y medio plazo del club. Como dictaba el auto, Muñoz tenía la posibilidad de recurrir a los profesionales que considera para garantizar la buena praxis de la tarea encomendada.
La situación, en ojos de un jurista
Pero, ¿y ahora qué? Apartada la familia Al-Thani y su ya ex director general Richard Shaheen, el futuro de la entidad pasa a manos de Muñoz Jiménez, el encargado de cuadrar las cuentas y encontrar los mecanismos que permitan la solvencia del club en los próximos meses. Fuentes jurídicas consultadas por este periódico, que solicitan el anonimato, arrojan algo de luz a los plazos que tiene por delante el club y su nuevo administrador. En estos considera que Muñoz carece de margen económico y podría tener las “manos atadas” por la escasa solvencia de la entidad y el “proceso lento” que lleva la justicia, unos tiempos muy diferentes a los que necesita el Málaga, que apremia a una respuesta inmediata que le permite maniobrar ante LaLiga.
“El administrador verá la caja, los saldos que quedan por pagar, pagará nóminas, se pondrá al orden de los pagos, tendrá que pagar primero a administraciones...”, enumera el experto jurídico sobre algunos de los primeros pasos que tomará Muñoz Jiménez en sus primeras semanas al frente de la entidad, al igual que apunta a que el proceso judicial que acaba inicial el Málaga puede durar “meses si no años”.
“El juez primero tiene que terminar su instrucción y tras esto acusará. Viendo lo que hay hasta ahora puede pedir cinco o siete años de pena de cárcel”, apuntaban las fuentes consultadas, que fijaban el próximo paso en la Audiencia Provincial, que “tiene una agenda muy complicada y podría demorarse hasta 2023 o 2024”. Sostenía, en cualquier caso, la lentitud de la burocracia judicial que confronta, negativamente en esta cuestión, con la necesidad de los blanquiazules.
Sobre la fianza, esos 5,4 millones de euros que impone la jueza al jeque Al-Thani, asegura que será un proceso más lento aún, ya que el requerimiento debe llegarle al catarí en persona, algo que podría demorarse durante meses. Asegura en cualquier caso, que “de ninguna forma” esa fianza podría usarse en estos momentos para inyectarle dinero al club, sino que esa cuantía estaría pendiente del resultado final del litigio.
Los abogados del jeque Al-Thani, el bufete Baker McKenzie, recurrieron el auto de la jueza ante la Audiencia Provincial, otro proceso que caminará con lentitud. Las fuentes consultadas estiman que podría conocerse un resultado entre 40 o 50 días, aunque pone en entredicho que se revoque tanto la imposición de la mencionada fianza como la intervención del club y el nombramiento de su administrador judicial, Muñoz Jiménez, que ayer vivió su día número uno a los mandos del Málaga Club de Fútbol (y la entidad NAS Football).
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