Málaga CF: ¿Quién reconstruye este desastre?
A 10 puntos de la salvación con 36 por jugar, toca planificar ya en Primera RFEF, con un escenario sombrío, el fantasma de otro ERE y una nueva reconstrucción total
Pellicer cogió al equipo a cuatro puntos de la salvación y está a seis más tras seis partidos
La pregunta corre como la pólvora en el malaguismo. ¿Van a planificar el intento de regreso los mismos que han perpetrado el descenso? La única cabeza que se ha servido es la de Manolo Gaspar. La única novedad es la de Kike Pérez. Con 36 puntos por jugar, el Málaga está a 10 de la salvación. Apelar a las matemáticas es un recurso de desesperación. Pero ni uno solo de los 26.000 que acudieron el domingo a La Rosaleda salió pensando que aún se puede. El silencio sepulcral al acabar el partido en Martiricos, como si empezara el luto, las lágrimas de varios chavales enfocados por la televisión y la propia cara de los jugadores denotaba que es casi imposible.
Las consecuencias de la derrota ante el Racing son dramáticas. Quedan tres meses de temporada que pintan a calvario, como el del último descenso a Segunda de la temporada 2017/18, con bastante antelación. El equipo es contumaz en el error grosero, como durante toda la campaña. Expulsiones, que pueden ser rigurosas en algún caso, pero que denotan una falta de inteligencia competitiva. Cuando algo se repite con tanta frecuencia no es casualidad. Lo de Genaro fue lo último. Es también un síntoma de que el club y el equipo carecen del máximo respeto arbitral.
El fantasma de un nuevo ERE, recurso de cabecera en la administración judicial como el de los informáticos cuando mandan resetear el ordenador, amenaza al club, que ha ido engordando de nuevo su estructura con los fondos de CVC a través de LaLiga. El descenso de ingresos es drástico si se baja. Y hay que trabajar ya de manera indefectible en ese escenario. Tanto Kike Pérez como José María Muñoz, en su última comparecencia tras el nombramiento del director general nuevo, intentaron evitar hablar de esa idea en público centrándose en intentar la salvación. Con el cambio de entrenador último, cuando Pepe Mel fue destituido antes del doble duelo con los asturianos y llegó Sergio Pellicer, el Málaga estaba a cuatro puntos de la salvación. Seis jornadas después, con cuatro puntos de 18 posibles con el técnico castellonense al mando, el equipo está a 10 de distancia de la salvación.
El acelerón del Racing de José Alberto, lo que hace más hiriente si cabe la situación, ha hecho que el ritmo de puntuación del Málaga sea totalmente insuficiente. Y, según reconoció Kike Pérez en su presentación que ya con su conocimiento, a Pellicer se le firmó un contrato garantizado hasta 2024. Como con Mel, también se vio algún brote verde concreto. La primera mitad, por ejemplo, ante el Racing es de bastante buen nivel para el contexto que había. Pero la realidad es la que es. En cuatro de los seis partidos con Pellicer el Málaga no ha conseguido marcar. Ha querido blindar al equipo para dejar la meta a cero y a partir de ahí construir, pero sólo lo ha conseguido dos veces (las dos que se puntuó, Zaragoza y Sporting), en las otras cuatro Yáñez recibió el gol. ¿Es el hombre para la reconstrucción y el regreso si se consuma el descenso?
Y así van cayendo también las preguntas. Hay jugadores con contrato en vigor. Y en Primera RFEF, de partida, jugadores de Segunda no son determinantes como en Segunda no valen los jugadores de Primera. Sin considerar, claro, las fichas, con la citada reducción de ingresos. Hay imágenes poco edificantes, como las risas de Ndiaye y Manolo Reina cuando salían a calentar por los problemas físicos de Rubén Yáñez y la brecha de Esteban Burgos en la primera mitad. El senegalés y su físico con peso excesivo ejemplifica un vestuario que no es sano como el de hace tres años, que con el sueldo mínimo pero con gente comprometida que vio una oportunidad para lanzar sus carreras y un grupo de chavales a las órdenes de Pellicer sacaron para adelante la situación con un coste de plantilla varias veces inferior. No hay que olvidarlo, el Málaga acabará la temporada con el cuarto límite salarial más alto. Desde el palco contemplaba el partido del domingo el alcalde, que, con la inversión veraniega de su institución, soñaba celebrar un ascenso a Primera el 28 de mayo, día de las elecciones municipales. Probablemente semanas antes verá un descenso doloroso.
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