Visto y Oído
Emperatriz
Málaga CF | Fecha FIFA
Las posibles lecturas que arrojó en lo deportivo el Málaga-Almería son muchas. El resultado, ese 0-1 de Sekou en los primeros compases del primer tiempo, dejó al equipo con cero puntos en esta cuarta jornada. No fue un rival infinitamente superior el cuadro de Pedro Emanuel al de Víctor Sánchez del Amo, pero sí lo fue a los puntos. La apuesta blanquiazul fue pobre y solo se llegó a dominar el juego en el segundo tiempo, aunque los recursos fueron escasos para el objetivo: voltear el marcador.
El contexto que se generó para este encuentro era complejo. El factor psicológico al que estuvieron sometidos los jugadores de Víctor fue alto. Fue una semana difícil por todo lo extradeportivo. Se dejó de contar con un jugador carismático como Okazaki y tres compañeros, profesionales, se quedaron a un lado por la imposibilidad de inscribirles ante LaLiga. Es un añadido.
Hubo otro factor añadido: las bajas. La Fecha FIFA dejó aún más mermado a Víctor en la composición de su convocatoria. A las tan solo 17 fichas profesionales hubo que restarle tres, las de Munir, Mikel Villanueva, Juanpi Añor; y a la que habría que añadirle la ausencia de Keidi Bare, con ficha del filial pero a todos los efectos, jugador del primer equipo. Cuatro internacionales con los que no pudo contar el técnico blanquiazul y que, disputado el encuentro ante el Almería, pesan más aún.
La carencia de dos de estos, con relación a lo mostrado hasta el momento por el cuadro blanquiazul ante Las Palmas y Girona, y visto lo desplegado ante el Almería, preocupa. Las bajas de Keidi Bare y Juanpi en el centro del campo representaron los 45 minutos más pobres del Málaga este curso. Y son muchas las opciones para que sus ausencias sean reiterativas con cada Fecha FIFA. En La Rosaleda ante el Almería, en un doble pivote, estuvieron Esteban Rolón y Bard Boulahroud. En ellos estaban depositadas las manijas del equipo para la generación del juego y la labor de frenar al Almería en primer término. Un desastre.
Núñez, De la Hoz y Aguza ganaron la partida al doble pivote blanquiazul. El argentino y el marroquí estuvieron sobrepasados desde los primeros compases (Rolón vio la amarilla en el 19’), incapaces de actuar como parapeto y de frenar el juego rojiblanco. Con la pelota, más de lo mismo. Naufragaron. Rolón no ganó ninguno de los duelos que peleó. Ni aéreo (0/3) ni con el balón en tierra (0/3). Fueron siete las pérdidas suyas en los 45 minutos que estuvo en el terreno de juego. Los datos de Boulahroud en 90 minutos no fueron mejores: 14 pérdidas, 2/7 en duelos en el suelo y 2/5 en duelos aéreos.
El Málaga acabó el partido con 53 duelos ganados por los 82 que ganó el Almería (de estos, 21 fueron aéreos, por los 41 almerienses). Son números que explican el desaguisado y que plantea la necesidad e importancia de hombres como Keidi Bare y Juanpi, figuras a las que se le puede atribuir la solidez táctica defensiva o la fluidez asociativa del equipo. Cabe destacar también la ausencia del canterano Ramón, lesionado, que habría tenido un papel importante ante el Almería de estar disponible.
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