Víctor y el cara y cruz

Málaga CF | Fichajes

El entrenador conoce ya de la mano de Caminero el proyecto para la próxima temporada

Encuentra pros y contras a su continuidad al frente del equipo tras no lograr el ascenso

Las fotos de la entrevista a Víctor Sánchez del Amo
Las fotos de la entrevista a Víctor Sánchez del Amo / Marilú Báez

El Málaga acabó la temporada de la mano de Víctor Sánchez del Amo. El técnico madrileño cumplió con las expectativas para las que fue fichado tras la destitución de Juan Ramón López Muñiz. Llegó, agitó el árbol y encontró un estilo reconocible y efectivo en una plantilla que se desmoronaba. El desenlace del curso es ya sabido por todos, el ascenso se truncó en Riazor y fue cruda su sentencia negativa en La Rosaleda a manos del Deportivo de la Coruña. Con él, ya se podían dar los primeros pasos ante la próxima campaña, de nuevo en Segunda División.

A principios de esta semana se llevó a cabo en las oficinas de Martiricos la reunión entre José Luis Pérez Caminero, director deportivo, y Víctor. En el club hay notable interés en que el madrileño continúe al frente del equipo la próxima temporada. Han convencido sus formas al frente del banquillo y sus números en tan corto periodo de tiempo aunque el objetivo, el ascenso, no lo llegara a cumplir. Su conexión con el vestuario también se considera que es un buen punto de partida, aunque se prevé una gran reestructuración del mismo de cara a esta próxima aventura en la categoría de plata, de nuevo con el ascenso en el horizonte.

Antes de esto, tras el 0-1 ante el Dépor, Víctor confesó estar “encantado” con el club: “Hemos encontrado una familia en todo el personal del club, no sólo los jugadores. Días como hoy te enganchan en lo emocional. Hablaremos para ver qué opinamos cada parte. Si las dos partes estamos encantadas, no habrá problemas para continuar”. Oída la propuesta blanquiazul, el madrileño tiene que cabilar su decisión en base a un buen número de pros y contras que equilibran la balanza, motivos a favor y otros en contra de su continuidad. Cara y cruz.

Sobre la mesa están a día de hoy todo tipo de factores que pueden influir en la decisión de Víctor a la propuesta blanquiazul. El madrileño siempre expresó su ánimo a elegir proyectos interesantes y exigentes, como lo era el Málaga este pasado mes de abril. El del club, a día de hoy, es algo incierto.

La estabilidad del club, con la sentencia en firme –aunque recurrible– que da la coopropiedad a BlueBay junto a Al-Thani, no da visos de seguridad a nivel institucional. En el escalafón meramente futbolístico, la dirección deportiva tiene por delante mucho trabajo con la reestructuración de la plantilla, que dependerá claramente de las salidas que se vayan efectuando. Ofrecer a Víctor una del mismo nivel que la de la pasada temporada será difícil.

El madrileño tiene también un buen puñado de motivos para continuar sin pensarlo. El técnico acabó prendado con la ciudad, la afición y el vestuario. La hinchada blanquiazul demostró estar en sintonía con el equipo, jugadores y entrenador, pese al batacazo de los play off, algo que valoró en repetidas ocasiones en rueda de prensa como las bases de un proyecto sólido.

Desde fuera, para el aficionado, la valoración del técnico es dispar. Si bien es cierto que Víctor supo despertar y armar un vestuario que parecía muerto, dándole sentido y haciendo creer en sus posibilidad, también cabe destacar que su libreta de desmoronó en los play off ante el Deportivo, primero en Riazor –salvando una gran primera mitad–, y después en La Rosaleda, con dos apuestas de inicio difíciles de digerir: Hicham y Jack Harper.

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