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El Málaga sigue a vueltas con el delantero. Desde la dirección deportiva del club que ahora comanda Manolo Gaspar se está trabajando a destajo y peinando el mercado con el objetivo de encontrar a un jugador que reúna los números requisitos a los que se debe someter el club para ampliar su plantilla. No son pocas, además de exigentes, las minuciosas condiciones que le impone LaLiga al conjunto blanquiazul para poder optar a sumar otro profesional ahora, con un jugador libre, o a partir del 1 de enero, cuando abra sus puertas el mercado de fichajes invernal.
La delicada situación financiera del club que viene limitando a la plantilla desde que el equipo descendió a Segunda División y que se vio acuciada en esta segunda temporada, llevó al club al contexto actual, con tan solo 17 fichas profesionales que complican cada convocatoria. El límite salarial reduce radicalmente las opciones del club en el mercado, en miras tan solo de jugadores que estuvieran dispuestos a recalar en La Rosaleda por el salario mínimo, unos 40.000 euros por media temporada –además, que no hereden un gran salario de la pasada temporada–.
"Estoy totalmente convencido de que con lo que tenemos podemos traer a un delantero. No lo tengo ya, pero lo tengo muy encaminado. Hay delanteros que están en paro con los que estamos tratando por si cabe la posibilidad de hacerlo ahora y hay delanteros que están en el mercado y están jugando", explicaba Manolo Gaspar tras una de sus comparecencias tras su nombramiento y estudiada su línea de trabajo, breve y con poco margen.
El camino es simple. Actualmente, hasta el 1 de enero, las opciones pasan por jugadores libres. Futbolistas que estén en el paro y que en su anterior temporada no hayan tenido un gran contrato, ya que computaría a ojos de LaLiga e imposibilitaría esta opción. En esta vía se han estudiado varios casos, incluso se ha hablado con alguno de ellos, aunque de momento no han cuajado estas posibilidades, que siguen abiertas.
La otra vía, jugadores sin sitio en sus respectivos clubes por los que se pueda obtener una cesión –véase el caso de Sadiku el último día de mercado–. Desde Santander, en Racinguismo, se puso en la órbita blanquiazul a Sekou, ariete del Almería con poco hueco a las órdenes de Guti. También se peina con vehemencia la Segunda B, con jugadores con experiencia ya en la categoría de plata.
"Veremos cuando llegue el invierno si tenemos capacidad de reforzarnos, depende del área de gestión, no de la deportiva", recordaba Víctor Sánchez del Amo hace una semanas sobre la situación, apuntando más a las cábalas que debe hacer Richard Shaheen que a las que se está ciñendo actualmente Gaspar. De cuadrar cuentas, con salidas de activos (los jugadores) o alguna otra vía sobre la mesa, el margen de maniobra del actual director deportivo se ampliaría, como se aumentaría el radio de acción con la búsqueda del 9.
Tras el duelo ante el Numancia, donde se tuvieron de nuevo opciones de sumar de tres pero dónde la puntería dio de nuevo la espalda, Víctor incidió de nuevo en la ausencia de alternativas para el gol: "Con un delantero centro en la plantilla estamos mucho más limitados que nuestros rivales en cuanto a la capacidad de materializar ocasiones". Más cuando su actual dúo de arietes, Antoñín y Sadiku, promedian un gol cada casi tres partidos (263 minutos).
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