Un Girona más terrenal pero con un crecido Sylla

Málaga CF

El delantero camerunés estuvo cerca del Málaga

Existía un acuerdo cerrado entre el club y Sylla pero se optaron por otras opciones

Mamadou Sylla cabecea un centro ante el Mallorca de Manolo Reina.
Mamadou Sylla cabecea un centro ante el Mallorca de Manolo Reina. / LaLiga

Girona y Málaga llegan a esta decimocuarta jornada con los mismos puntos logrados hasta el momento, aunque los catalanes lo hacen con un partido atrasado debido a su disputa de los pasados playoff de ascenso. 18 puntos tras cinco victorias y tres empates cada uno, calcando resultados, aunque los de Pellicer suman una derrota más.

Será otro partido importante para los blanquiazules, de nuevo sin la presencia de Pellicer en el banquillo, ante un rival de envergadura que el año pasado era uno de los cocos de la categoría y este año ha vuelto a una condición más terrenal en el contexto de la categoría, ya sin la ayuda al descenso.

Pese a la importan reducción que ha vivido su límite salarial (de 29,2 a 4,25), mantiene entre sus filas a uno de los jugadores más importante de la categoría, Christian Stuani. El último pichichi de la Liga SmartBank –hizo 29 tantos la pasada temporada, seis menos que todo el Málaga– está sufriendo un calvario con las lesiones en este inicio liguero y so lo ha podido jugar dos partidos, uno solo como titular.

Pese a su ausencia, en Girona ha emergido otra figura que está aportando los goles que no aporta Stuani, Mamadou Sylla. El delantero camerunés suma cuatro goles y dos asistencias en los nueve partidos (siete como titular) que acumula como jugador del Girona, una de las grandes revelaciones de este inicio de la competición... y que pudo ser del Málaga.

Sylla firmó por el Girona el último día de mercado de fichajes, a inicios de octubre, ya que estuvo esperando hasta el final un guiño del Málaga. El delantero quería venir a La Rosaleda y tenía incluso un acuerdo cerrado con el equipo que no llegó a firmarse. En el club optaron por otras vías, como la de Chavarría o la de Joaquín Muñoz, como guinda del pastel.

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