Así te hemos contado el empate del Málaga ante el Ibiza que terminó cargas policiales (1-1)
El Málaga se despide del fútbol profesional tras un partido donde se demostró que la plantilla blanquiazul está falta de garra, corage y corazón por este escudo. Es normal que no se quiera competir el último encuentro del curso, pues no había nada en juego, pero qué mínimo que intentar brindar una última alegría a una afición que ha sufrido mucho. Se prometió un acenso y se ha perdido la categoría, ni por esas fue posible ver la mejor versión de esta plantilla.
El Málaga - Ibiza pareció un partido típico de entrenamiento entre un primer equipo y su filial o de pretemporada, donde ningún conjunto puso toda la carne en el asador. A pesar de la falta de energía, Appiah se estrenó como goleador blanquiazul, lo más destacable desde su llegada en el mercado invernal de fichajes, y el Ibiza empató sobre la bocina. Un gol que viene originado por una falta de intensidad en la línea defensiva de Martiricos.
A partir de ese momento, todo lo demás, los altercados ocurridos al término del encuentro en los aledaños de La Rosaleda, parará a la historia de este club. Se confirma la fractura total entre la entidad de Martiricos y su afición, la cual se ha volcado en la recta final por conseguir la permanencia. Aunque sin ayuda de los jugadores, así es complicado conseguir cualquier meta. Sin duda, la imagen del Málaga queda muy dañada tras dichos episodios. Un triste y doloroso final para un club que hace 10 años estuvo apunto de hacer historia en la Champions, cuánto ha llovido desde entonces.