Perfil Paulino: su evolución y conexiones malaguistas
Málaga CF
lEl nuevo jugador blanquiazul ha quemado todas las etapas
Tras formarse en el Inter, Atlético y Alavés, creció en Tercera y Segunda B hasta alcanzar la oportunidad del Logroñés
José Alberto le conoce bien: le hizo un gol y dos asistencias en los duelos ante el Mirandés
Es un jugador muy técnico, desequilibrador y con un buen golpeo con su zurda
Paulino de la Fuente (Santander, 1991) el cuarto movimiento de la dirección deportiva del club para esta próxima temporada, tercero fichaje a ojos de LaLiga para el Málaga CF. El cántabro es uno de esos jugadores a los que le costó explotar pese a que su etapa formativa siempre estuvo ligada a clubes de la élite.
Paulino fue captado por ojeadores del Inter de Milán en 2013. El santanderino tenía solo 15 años cuando militaba en el Bansander y se enteró que Pierluigi Casiraghi, responsable de captación del club italiano por aquel entonces, quería llevárselo al cuadro nerazzurri. Oportunidades así pasan pocas y tanto el jugador como sus padres no dudaron en aceptar la oferta: el contrato de tres años que planteaba el Inter.
En la cantera interista llegó a jugar el Inter Primavera y tuvo la oportunidad de estrenarse con el primer equipo de Roberto Mancini, por aquel entonces técnico de los italianos. Jugó ante el Mainz 05 logrando un gol y una asistencia. No terminó su contrato con el Inter cuando firmó con el Atlético de Madrid, militando en el Juvenil A rojiblanco durante la 15/16, donde se topó con el primer malaguista.
Estuvo una única temporada en el Juvenil A, en la que coincidiría con el albanés Keidi Bare –también con Diego Altamarino, que militó una temporada en el filial blanquiazul–. El albanés atiende a la llamada de Málaga Hoy y recuerda cómo fue aquel año que coincidieron juntos en la cantera colchonera. "Coincidí un año con él, venía del Inter y era un chaval con mucha calidad", apunta el ex malaguista, ahora de vacaciones a la espera de comenzar la pretemporada con el Espanyol: "Le gustaba trabajar y era un 10 en el vestuario. Se portaba muy bien, trabajaba mucho".
Explosión en el Alavés
Su etapa como colchonero sería breve. Tras un año haría las maletas rumbo a Vitoria. El Alavés ponía los ojos sobre Paulino y le firmaba para el filial, allí estuvo cuatro temporadas que exprimió al máximo, donde sacó su potencial y donde se erigió como un líder. En su tercera temporada fue clave el Alavés para certificar el ascenso del equipo a Segunda B tras un partido disputadísimo ante el Tarazona.
En su cuarto año en el Alavés, ya en Segunda B y como capitán del equipo, Paulino volvió a demostrar fútbol. En los 24 partidos que jugó el equipo, antes de la pandemia, el atacante firmó siete goles y actuaciones destacadas. De hecho, a raíz de la pandemia no pudo continuar jugando con el filial pero le dio la oportunidad de hacerlo más a menudo con el primer equipo donde Asier Garitano le tendría guardado un par de oportunidades en Primera División. Debutó ante el Celta de Vigo (44') y tuvo otro rato ante el Atlético de Madrid (12') una semana después. Con la destitución de Garitano, Juan Ramón López Muñiz tomó el control del equipo en la recta final de la temporada y también le puso a jugar ante el Getafe (14'). Algo vieron en él ambos técnicos.
El Alavés quiso retenerlo, intentó su cesión pero los problemas con el límite salarial llevaron a resolver la situación de Paulino, entre otros. Pese a que existió interés del Mirandés de José Alberto López, el que acabaría llevándose al cántabro fue el Logroñés, que pagó una compensación por el futbolista al que firmó por una sola temporada. Paulino cumplía así con la evolución lógica: de Tercera, a Segunda B, coqueteo en Primera y apuesta por Segunda.
Su año en Segunda
Era de esperar en su estreno en la Liga SmartBank y por las características de Paulino que le resultara difícil cuajar de primeras en la categoría. Así fue el Logroñés, donde comenzó entrando desde el banquillo hasta consolidarse. De hecho no fue hasta la séptima jornada, ante el Fuenlabrada, cuando sale de inicio el cántabro, en su cuarto partido como rojiblanco. Repetiría ante el Oviedo una semana más tarde (Jornada 9) y de nuevo ante el Sabadell (J. 12), cuando tendría su primer tropiezo: una lesión que le dejó fuera un mes.
Tras recuperarse volvió como titular precisamente ante el Málaga y ya no soltaría la titularidad hasta el final de temporada. En total, 32 partidos, 24 como titular, en los que logró un gol y un par de asistencias con mucha miga. Allí coincidió con otro malaguista, Dani Pacheco. El tanto y el reparto de otros dos fueron todos ante la misma víctima, el Mirandés de José Alberto López.
El nuevo técnico blanquiazul, que ya quiso al jugador cuando firmó el Mirandés, recordará bien a Paulino, el artífice de que puntuara cero puntos en los dos enfrentamientos directos con el Logroñés, tanto en casa como fuera. En enero, en el partido en Las Gaunas, Paulino abría la lata y se estrenaba como goleador en Segunda tras un buen balón directo al área, se estiraba y lograba conectar lo justo con el esférico para el 1-0. Tras el empate de Meseguer, un centro suyo medido al segundo palo permitió a Ander Vitoria hacer el 2-1.
En la vuelta en Anduva, un jugadón de Paulino significó el 0-1 con el que se decidiría el partido. Tras un buen control de espaldas a portería, baja la pelota se gira y encara la portería. Al pisar el área, cambia de ritmo y se escabulle entre dos defensores para ir al mano a mano con Lizoain y servir para Olaetxea en bandeja.
Su estilo
El Málaga se lleva a un futbolista de gran capacidad técnica y con suma facilidad para el desborde, muy desequilibrante en los últimos metros ya sea como mediapunta o en los extremos –preferiblemente por la derecha–. Pese a ser rápido, destaca más por zafarse de sus rivales tras un quiebro que por velocidad punta.
De hecho, Paulino guarda similitudes con Yanis y su constante capacidad para agitar los partidos. El cántabro es un jugador más asociativo si cabe, de constante cambio de ritmo y que usa bien su 1,81 de altura para proteger la pelota. Además, tiene un buen golpeo de pelota parada.
A favor del nuevo jugador blanquiazul están las estadísticas. Según datos de BeSoccer Pro, Paulino acabó la temporada como uno de los mejores regateadores de toda la Segunda División, uno de los más ágiles en el uno contra uno. Fue el cuarto de todo el campeonato que más regates con éxito completó (112), el quinto que más duelos ofensivos se llevó (189) y el octavo en duelos ofensivos (184). Fue, además, el decimoséptimo que más faltas recibió (54).
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