Málaga CF - San Fernando: La pócima de Kevin (1-0)
Quinto triunfo consecutivo gracias al tanto del malagueño ante casi 22.000 espectadores
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El Málaga ganó al San Fernando en La Rosaleda sudando cada punto, con sus gestos de equipo Premium y su sufrir del fútbol de barro. No es sencillo combinar en poco tiempo estas virtudes y menos cuando casi todos son relativamente nuevos. Seguramente el hambre va compensando los factores que solamente corrige el tiempo. En un universo paralelo al Málaga y, quizás, al resto de la categoría, reside Kevin Medina. No se le puede abrochar.
Un remedio casero para desnivelar encuentros que el destino parece pedir que acaben en 0-0. Los grandes, y el Málaga tiene que ejercer de ello en Primera RFEF, también ganan así, con un pequeño galo bebiendo una pócima que durante un tiempo le convierte en un personaje de dibujo animado.
Abraza el Málaga, su pleno en La Rosaleda y su cinco de cinco. 15 puntos que sirven para echar el aliento en la nuca del Castellón. El cero en la portería de Alfonso Herrero es otro valor a sumar. Sí que falta cerrar los encuentros con algo más de superioridad, aunque el portero del San Fernando estuvo acertado.
Al compás de un nuevo karaoke blanquiazul cantado por cerca de 22.000 personas, los de Sergio Pellicer se plantaron en el campo con casi el mismo mapa. El entrenador introdujo a David Larrubia como era de esperar al jugar en casa y recuperó a Einar Galilea tras varias jornadas con Juande en el once.
Llevó la iniciativa pero el San Fernando jugó sus bazas, especialmente con las constantes interrupciones del partido. El Málaga no disponía de la fluidez de otras tardes y aun así era capaz de ir deshilachando poco a poco a los isleños. Cargó por la derecha de arranque y forzó errores del rival. En uno de ellos Roberto perdonó ante el meta rival tras una recuperación.
No acabó de cuajar el Málaga y el San Fernando casi lo hace pagar. Genaro perdió un balón en la sala de máquinas casi tan peligroso como el que habían desperdiciado los blanquiazules dos minutos antes. Aquino encontró a su compañero, pero Galilea logró estorbar lo suficiente para facilitar la tarea a Alfonso Herrero. Minutos más tarde el propio Aquino probó fortuna de lejos.
Saludaba el Málaga a los colores grises y el San Fernando elevaba la contundencia. Kevin decidió entonces ponerse la chistera. Ansiaba el gol y lo obtuvo de la forma que menos cabría esperar, de cabeza. La finalización fue de pillo, de carterista. Indetectable para una zaga que tras el disparo de Víctor García bastante tenía con no ser arrastrados por Roberto. Más allá del gol, el cambio de orientación de Gabilondo fue un regalo que el lateral zurdo supo transformar en un chut. Medio tanto es de ellos.
El resto de la primera mitad fue el del extremo, que celebraba su gol con los brazos en cruz cual mesías. Estacio fue a reventarle el tobillo y luego forzó una falta de Aquino que él mismo mandó directa al poste (Genaro entraba como un bisonte y no conectó por poco).
Reanudado el encuentro, nuevo susto. Aquino aprovechó un error de Víctor García para plantarse ante Alfonso Herrero, que redujo el margen de maniobra del atacante con la ayuda final de Galilea. La respuesta fue potente pero costó una baja.
Una buena acción colectiva, con el esférico bailando de un lado al otro. Genaro abrió para Víctor García, que nuevamente centró con precisión al área. Por un suspiro evitaron el gol de Dioni. Mientras, el lateral zurdo se iba al césped y tenía que dejar su sitio a Dani Sánchez. El malagueño, nada más entrar, tuvo disparos que Fuoli primero y luego Carlos Blanco salvaron in extremis.
Pellicer refrescó a la hora de partido dando entrada a dos centrocampistas de posesión como Dani Lorenzo y Manu Molina en lugar de unos fatigados Dioni y Larrubia, que realizaron un trabajo enorme. Después Loren y Juanpe por Sangalli y Roberto. No fue suficiente para evitar que el San Fernando se entregase y pusiese en apuros a los blanquiazules, que al igual que en Linarejos tiró de oficio para amarrar otros tres puntos de oro, de los que no se pueden dejar escapar.
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