Málaga CF - San Fernando: Surfear la ola (20:00)

Tras cuatro victorias consecutivas, el Málaga recibe al San Fernando (20:00 horas) en La Rosaleda con el reto de compaginar la confianza creciente y huir de la complacencia

El tridente malagueño del San Fernando

Los jugadores del Málaga bromean en el entrenamiento de ayer. / Carlos Guerrero

El Málaga va inflando su autoestima e ilusiona con sus primeros pasos en la Primera RFEF. Son cuatro victorias consecutivas que han ayudado a limpiar algo el aire viciado. En Linares hubo una especie de catarsis del malaguismo con esa peregrinación en la que se vivieron momentos inolvidables y que dejó imágenes impactantes. Era sólo la quinta jornada de Liga, pero fue la constatación de que hay un equipo reconocible y que se ha recuperado una conexión entre la grada y los jugadores que es del todo necesaria para aspirar a esa palabra de momento tabú de puertas para adentro en La Rosaleda.

Viene a Málaga el San Fernando. Después de la visita de dos filiales, Atlético B y Recreativo Granada, que tienen unas coordenadas particulares sin restarles un ápice de peligrosidad, llega el cuadro gaditano, que perdió en sus salidas a los campos del Algeciras y el Intercity y que marcha en zona de descenso (no hay que olvidarlo, los cinco últimos). En pretemporada hubo un duelo entre los dos equipos en el Campo de la Federación que se saldó con un empate y en el que los cañaíllas demostraron parte de su catálogo y oficio. Es un club asentado en la categoría, que ha participado en las tres ediciones de Primera RFEF. Se creó el San Fernando Club Deportivo Isleño en 2009 después de la desaparición del Club Deportivo San Fernando por las deudas económicas. Una cicatriz similar a la que tiene Málaga con la transición de Club Deportivo a Club de Futbol. Entre la década de los 50 y los 60 jugó 10 temporadas consecutivas en Segunda División y llegó a coquetear con el ascenso a Primera. Y esa historia se cortó. La ciudad isleña (casi 100.000 habitantes) tiene una gran historia futbolística, con más de una decena de jugadores que jugaron en Primera y una gran cantera. Desde 2016 el club no baja de Segunda B. Hay un grupo inversor importante detrás, del que no se dieron demasiados datos, en el que el francés Louis Kizinger es la cabeza visible en San Fernando. Su entrenador es Héctor Berenguel, antiguo lateral derecho con muchos partidos en Primera División. Tiene nombres potentes, como Biabiany, que marcó en la final de un Mundial de clubes con el Inter y es ídolo de la afición en su cuarta temporada en La Isla. Es un bloque con oficio y que tiene una buena inversión detrás.

Seguro que el San Fernando ofrecerá un registro distinto al de los filiales de Atlético y Granada. Jugar en La Rosaleda impacta y el viento a favor debe ser usado para tumbar a los distintos rivales, pero no se puede pretender ir 3-0 a la media hora siempre. Hay que tener paciencia, masticar partidos, desgastar a rivales. El Málaga parece ir mejorando en cada partido el manejo de los mismos, comprender lo que se requiere en cada instante, cuando presionar, cuándo replegarse, cuándo sacar el colmillo y morder. Con momentos de lógicos desgobierno, no se puede dominar 90 minutos. Es parte del crecimiento integral de una plantilla que, no hay que olvidarlo, es prácticamente nueva y que debería tener un amplio margen de mejora de aquí a final de temporada. Llegarán momentos malos y por ello hay que llenar el granero de puntos en los instantes de brillantez e inspiración. Y el equipo ahora ha encadenado dos porterías a cero además de cuatro victorias. La portería transmite gran seguridad con Alfonso Herrero, pero todo empieza con la presión salvaje que Roberto Fernández ejercer sobre la defensa rival, que no le está restando lucidez para marcar goles. Computó tres, se le anuló uno en Castellón muy dudoso, varios palos... Entre uno y otro se ve un equipo que crece, pero que no puede sacar pecho porque la posibilidad de que se lo hundan es alta.

Con más de 19.000 abonados ya, el horario no es óptimo, pero se aguarda una gran entrada en La Rosaleda, se espera quizá sobrepasar los 20.000 espectadores si el abonado responde. Se lo pasa bien el aficionado malaguista en el tercer escalón del balompié español aunque sea un pozo negro del que haya que salir cuanto antes. Pero, de momento, hay que disfrutar del camino sin dejar de sufrir en cada partido. El San Fernando es el siguiente rival. No es quizá el más glamouroso, pero sí uno que conoce bien la categoría que no va a regalar nada.

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