El Sporting logra la machada en Copa y llegará con la moral alta a La Rosaleda

El Sporting de Gijón llegará con la moral por las nubes tras lograr eliminar al Villarreal de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey (2-1) y colarse entre los 16 equipos que estarán este viernes en el bombo de cuartos del torneo copero. Lo hacen tras con épica, tras remontar un gol inicial de Albiol con su gran estrella, Djuka, que revolucionó al equipo con su entrada. Al borde del 90', Bogdan hacía el 2-1 que daba el pase a los asturianos y les insuflaba un chute de moral para la visita al Málaga CF en La Rosaleda de este domingo. Eso sí, mucho menos descanso en sus piernas y gran desgaste de parte de los titulares.

David Gallego se reservó a algunos de sus jugadores más habituales para este partido, sobre todo los que mayor carga de minutos lleva como Fran Villaba, José Gragera o Djuka, que comenzaron el partido en el banquillo. Sí jugaron de inicio hombres como Mariño –el meta titular–, Kravets, Babin, Bogdan o Pedro Díaz. Las piernas de los rojiblancos sumaban minutos a pocas horas de la visita a Málaga. El Puma Rodríguez volvía al once también.

Parecía que tenía pensado los cambios Gallego, que sacó al descanso a otros titulares como Berrocal, Fran Villaba y Pablo García para dar relevo a Babin, Kravets y Pedro Díaz, cargándose de minutos también. El gol de Raúl Albiol tras un despiste defensivo y una acción que casi acaba en el 0-2 obligó al técnico de los asturianos a recurrir a su delantero titular, Djuka, ante la necesidad de marcar para seguir vivo en la eliminatoria.

Djuka entró a falta de algo menos de media hora por Berto. Otro con desgaste aunque demostró su facilidad para ver puerta. Tras un mal rechace de Rulli, el balcánico enganchó una volea que significaba el 1-1 y animó a sus compañeros en la recta final. Aitor García, otro de los titulares, entró a falta de algo más de 10 minutos para el final por un activo Puma Rodríguez. Fue en la recta final del partido, al borde del 90, cuando una contra sensacional de los rojiblancos la culmina Bogdan Milovanov con un trallazo que no logra adivinar Rulli para locura de El Molinón.