Los antecedentes de EREs en el fútbol

Málaga CF

Tenerife, en 2011, y Hércules, en 2012, también llevaron a cabo EREs a sus jugadores por diferentes motivos

Antonio Hidalgo y Rufete, en sus experiencias en Tenerife y Hércules.
Antonio Hidalgo y Rufete, en sus experiencias en Tenerife y Hércules.

El Málaga comunicó este mediodía que llevará a cabo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a parte de su plantilla. El runrún era notorio días atrás y, finalmente, se tomó esta vía para desenquistar el reajuste salarial que planteaba la entidad de la mano del administrador judicial José María Muñoz.

Pero el club blanquiazul no es el primer club que efectúa e incluye a jugadores profesionales entre su ERE –sí el primero bajo el paraguas actual de LaLiga y su control financiero–. En el pasado, a mediados de la primera década del siglo, el propio Málaga recurrió a esa figura del ERE y el proceso concursal, algo que fue un hito en el fútbol español porque varios clubes más transitaron por esa senda. Más recientemente, en los años 2011 y 2012, dos clubes de dilatada trayectoria e historia como Tenerife y Hércules, respectivamente, llevaron a cabo un ERE para paliar su desfase económico. Sirve para contextualizar cómo puede ser el proceso.

Tras la campaña 10/11, el Tenerife consumó su segundo descenso consecutivo en dos temporadas. Tras el ascenso a Primera en 2009, no pudo mantener la categoría en 2010 y tampoco 2011 de nuevo en Segunda. Con la caída a la categoría de bronce los ingresos de los tinerfeños se redujeron a la mitad y el club no podía asumir los contratos de su plantilla.

El Tenerife anunció el 29 de junio la presentación del ERE e incluyo tanto a jugadores como a profesionales de otras áreas de la entidad y, como el Málaga en este caso, abrió un tramo de negociaciones para llegar a acuerdos colectivos o individuales con un plazo máximo de 30 días.

"Es una medida que está en el ordenamiento jurídico y que entre otras cosas contempla la posibilidad de llevar a cabo despidos colectivos por causas económicas", afirmó Fernández Carrillo, por aquel entonces asesor jurídico de la entidad tinerfeña.

Transcurrido ese tiempo se dio a conocer el listado definitivo del personal que estaba inmerso en el ERE. La autoridad laboral tardó otro mes en aprobarlo. Fue el 5 de septiembre y el Tenerife incluyó a nueve jugadores en la lista final. Con el resto de jugadores de la plantilla llegó a acuerdos individuales, con los mencionados nueve no. Entre ellos se encontraba el ex malaguista Antonio Hidalgo.

Los jugadores fueron indemnizados con 20 días de salario por año trabajado. Dicha cuantía pudo ser dividida en 12 mensualidades. Ante esto se puede interponer recurso de alzada en un plazo de un mes.

Un año después, Hércules

El Hércules fue otro de los clubes que recurrió al ERE un año más tarde, en 2012. Las importantes pérdidas del club herculiano, que oscilaban los 30 millones de euros, llevaron a la entidad a entrar en concurso de acreedores.

Fueron 20 los trabajadores afectados en la lista definitiva que aprobó el Hércules, siendo cinco de ellos futbolistas. Uno de ellos, otro ex blanquiazul, Rufete. El caso llegó al Tribunal Superior de Justicia valenciano que aprobó la medida contra los futbolistas y una indemnización de 20 días por año trabajado, con un tope de 12 mensualidades, mismo caso que el Tenerife.

En aquella situación, tantos el Juzgado como el Tribunal Superior aprobaron que el club echara a los mencionados futbolistas con el fin de sustituirlos por otros de menor coste para el Hércules. Siempre que existieran "contundentes razones económicas" y que estuvieran pensadas para una "viabilidad futura", explicaba el auto. En clave Málaga, es una situación idéntica.

En términos económicos, los cinco futbolistas del Hércules incluidos en el ERE que efectuó el club percibían unos salarios brutos que ascendían a 2,48 millones de euros en su totalidad. Tras su despido y consecuente ahorro, el Hércules fichó a 17 jugadores por un coste total de 3.510.000 euros, 12 jugadores más algo más de un millón.

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