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Fe y crédito dañados

Málaga CF

La dinámica del equipo en las últimas jornadas y las dos derrotas consecutivas en La Rosaleda voltean el sentir de una afición que pidió la dimisión de José Alberto por primera vez

Las fotos del Málaga CF-Leganés
José Alberto, durante el Málaga CF-Leganés. / Marilú Báez

El punto cosechado en los últimos cuatro partidos y la imagen del equipo en La Rosaleda terminó por hacer explotar a una afición que tiene tanta fuerza cuando jalea como cuando pita. Fue palpable ese desazón que mostró el público blanquiazul durante los últimos compases del encuentro ante el Leganés, muy superior durante prácticamente todo el encuentro a este Málaga CF, algo descafeinado por las lesiones.

Los gritos de "José Alberto, dimisión" desde el graderío no eran más que una manifestación de la dinámica en la que se encuentra el equipo, que solo ha ganado uno de sus últimos seis partidos y fue en la primera fase de Copa del Rey ante el Peña Sport. La caída del rendimiento de la plantilla es palpable, se ve en el terreno de juego. Los golpes que están dando las lesiones, principalmente los que ha recibido la columna vertebral (Luis Muñoz, Juande y Jozabed), merman las opciones, tanto de resultados como competitivas, dos de las columnas que se le han caído al equipo.

Es un duro golpe anímico para club, cuerpo técnico y plantilla el desenlace de este 2021, desde luego inesperado por cómo funcionó la comunión con la afición durante gran parte de esta primera vuelta. Los resultados en casa fueron idílicos, realmente ilusionantes, pero el equipo ha ido perdiendo fuelle e identidad, quizá algo de carisma con ciertas bajas, lo que ha llevado a no ser suficiente el empuje del público para sumar de tres en tres. Dos derrotas consecutivas en La Rosaleda pueden llevar al otro extremo al socio blanquiazul, de ahí que se pida el cese del entrenador.

En el seno del club existe realmente cierta preocupación por lo sucedido este pasado sábado en el templo malaguista. Sorprendió la reacción de la afición ante la derrota y la facilidad con la que, en cuestión de semanas, se ha perdido la fe tanto en el equipo como en el entrenador. Los pitos durante varias fases del partido, en especial los que sonaron en la dirección de José Alberto y su despido, chocó a la dirección de la entidad, que entendía que el técnico asturiano tenía más crédito por parte de la grada.

No fue tampoco un partido sencillo para el entrenador, que vivió su primera noche negra en La Rosaleda. Deslizó en numerosas ocasiones anteriores cómo le sorprendió el calor y empuje de la afición cuando el viento viene de cara, con resultados a favor y buen juego. Se ha deslucido algo el equipo, que ha perdido soltura y algo de empaque con tanta baja, y eso llevó a que la moneda se diera la vuelta y con ella los cánticos. Recibió el asturiano su primer correctivo severo. Pese al mal trago, el entrenador sigue convencido en la capacidad de su plantilla con o sin lesiones, y que el margen de mejora sigue siendo amplio.

"Entiendo el enfado de la afición, hay una mala racha y hemos hecho un mal partido. Lo respeto muchísimo y lo entiendo perfectamente. No hemos estado al nivel que acostumbramos", decía sincero José Alberto tras el partido, consciente del pobre encuentro de su equipo, y dejó claro que se ve respaldado: "Yo me siento muy apoyado por todo el mundo. Estamos decepcionados, dolidos y tristes, la afición merecía una victoria con esa entrada espectacular que había de nuevo. Siento un gran apoyo de todo el mundo, la verdad. No puedo decir otra cosa, es lo que me transmiten".

El puesto del técnico no peligra pese al ruido desde la grada, se cree tanto en su trabajo, algo innegable, como en su capacidad para reconducir el rumbo en las próximas jornadas. El mes de enero, con la ventana abierta a fichajes, puede ser clave para la mejora de la plantilla en esta segunda vuelta.

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