El Málaga CF negocia la ampliación de Ramón Enríquez

La maquinaria silenciosa del Málaga sigue a pleno funcionamiento. No sólo se piensa en presente, también en futuro. La entidad emprendió hace unas semanas las negociaciones con el entorno de Ramón Enríquez, en una nueva operación de blindaje de uno de sus canteranos más apreciados y de mayor talento. La búsqueda del nuevo contrato será más adaptado a la realidad actual de la entidad de La Rosaleda y también premiará al futbolista, todo un ejemplo de rendimiento y compromiso.

El centrocampista granadino firmó un contrato con el Málaga en abril de 2019 que le tiene atado hasta 2022. Lo suyo no es cuestión de prisas sino de proyecto. Además, tiene una cláusula de renovación automática si juega un número mínimo de partidos (15 jugando al menos 45 minutos, como bien informó Radio Marca Málaga), pero Manolo Gaspar quiere llegar a un entendimiento al margen de esa situación contractual e, incluso, antes de que se produzca. El valor que se le da desde Martiricos a Ramón Enríquez es máximo. La idea es firmarle hasta 2024 -como estaba también estipulado en la cláusula de ampliación- y aumentar el precio de su cláusula de rescisión.

Estandarte

Ramón Enríquez (Órgiva, 2001) es ahora mismo uno de los pilares del Málaga. Titular -aunque no esté exento de rotaciones- para Pellicer, que le ha dado galones, se maneja en el verde con una naturalidad asombrosa. Ha conseguido darle más consistencia a su juego, ser más fiable y no escatima en esfuerzos. Por eso ha adelantado por la derecha a varios profesionales de nivel. Acumula este curso 14 partidos, 11 de inicio, y ha marcado dos goles, el 0-1 en Castellón y el 0-2 en Fuenlabrada. También sirvió una maravillosa asistencia a Juande para el 2-2 al Lugo.

Era cuestión de tiempo que este producto de La Academia se abriese paso. Tiene encandilada a la afición, sobre todo después del gol al Fuenla y su posterior celebración besando el escudo. En algunos jugadores es un gesto sin valor añadido, pero no es el caso ni de Ramón ni de Juande, que lo hizo en la jornada anterior. Ramón sueña con jugar en el Málaga en Primera División algún día y tanto él como su entorno entienden que está en el momento perfecto y en el lugar preciso.

A nadie se le escapa, de cualquier manera, que los clubes siempre tienen ojos apuntando a La Rosaleda y muchos acaban pegando en la puerta del Málaga. Ramón reúne todas las condiciones para ser objeto de deseo de grandes equipos en un espacio próximo de tiempo. Tiene unas cualidades que no se encuentran fácilmente y cada día que pasa es mucho mejor futbolista. Su edad, 19 años, es insultante. Lógicamente el club querrá tener una cierta posición de fuerza con vistas a ese hipotético escenario al mismo tiempo que concede al jugador el estatus que merece.

El club busca canteranos que además de talento tengan valores y se sientan parte del proyecto, que vean en el Málaga un lugar ideal para crecer de la mano. Desde que Manolo Gaspar se hiciera con las riendas de la dirección deportiva ha conseguido renovar a un bloque potente de jóvenes. El posteriormente traspasado Antoñín, Hicham, Ismael Casas, Juande, Cristo, Kellyan, Larrubia y, próximamente, Ramón. Eso por no hablar de la continuidad de Luis Muñoz. Dos de ellos son ya capitanes. La Academia llega para quedarse.

Selección española

De la calidad del granadino están al tanto en Las Rozas, donde siempre ha sido un fijo de las inferiores de España. No le quitan el ojo de encima. "Juande , Ismael y Ramón son tres jugadores que conocemos muy bien. Han estado en diferentes etapas en diferentes categorías en la Federación. Están teniendo un muy buen nivel, los seguimos y los tenemos perfectamente controlados. Necesitan seguir jugando, participando. Las puertas de la selección siempre están abiertas. Seguro que tendrán su oportunidad si siguen trabajando con esa ambición y esa profesionalidad, seguro que la van a tener", dijo hace unos días en Marbella Luis de la Fuente, seleccionador sub 21, de los tres canteranos.