Blanco Leschuk pone la cuenta a cero

Málaga CF | Estadísticas

El argentino, MVP de la afición, se reencuentra con el gol y borra unas estadísticas más que negativas

Blanco Leschuk lamenta la ocasión perdida.
Blanco Leschuk lamenta la ocasión perdida. / Marilú Báez

La vida de un delantero y su éxito se mide por goles y es exactamente lo que le faltaba a Blanco Leschuk en las últimas semanas en el Málaga. El argentino llevaba prácticamente cinco meses sin ver puerta y eso es una losa pesada a la espalda de alguien que lleva el 9 en ella. Ante el Sporting de GijónSportingde Gijón, el ariete se marcó otro gran partido en labores ajenas al área pero que le competen en demasía con respecto al juego del equipo. La suerte esta vez no le fue esquiva e hizo el tanto que cortaba de raíz su sequía goleadora.

42 disparos

Son los que ha intentado Gustavo Blanco en los últimos 18 encuentros. Seis entre los tres palos, 16 fuera, cinco bloqueados por la zaga rival y cinco a la madera. Todos sin lograr el gol.

Pero donde ahora hay una sonrisa en el rostro de Gustavo, hasta hace poco existía una mueca algo inexpresiva, una que contenía el desazón que genera el infortunio de cara a portería. Han sido cinco meses muy largos para el argentino que han ido ligados también al bache que ha llevado al equipo a preocuparse con respecto a los puestos de play off de ascenso. El duelo ante los asturianos era el decimonoveno que disputaba Blanco tras los dos goles que logró el 29 de octubre ante el Numancia. Todo un mundo entre su sexto y su séptimo gol –casi una vuelta–. Mucho tiempo sin gritar su propio gol.

Atendiendo a las estadísticas, el gafe de cara a puerta de Leschuk es más severo. 18 partidos –17 como titular ya que fue suplente ante el Numancia hace un par de jornadas– sin ver puerta en más de 1.500 minutos sobre el césped con la portería nublada. Ha sido escasa la pegada del conjunto blanquiazul pero no se puede decir que el argentino no lo haya intentado.

Los datos están ahí, Blanco ha sumado 42 disparos en esos 18 envites sin ver puerta –2,3 chuts por encuentro–. De estos, tan solo seis han ido entre los tres palos, lo que supone un disparo a puerta cada tres partidos, y así es difícil. El resto se completan con 16 tiros a las nubes, cinco bloqueados por la zaga rival y unos cinco últimos que dan reflejo a la terrible mala suerte del argentino, cinco balones a la madera. Números para olvidar y que la afición supo valorar positivamente otorgándole el MVP del Málaga-Sporting.

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