El Málaga no es Francia (0-0)
Resultado y crónica del SD Huesca - Málaga CF
Buen partido de los blanquiazules en Huesca, donde fueron de menos a más y acabaron con polémica
Gol anulado a Genaro que reabre el reciente debate sobre la normal del fuera de juego
El problema de reinventar el fútbol es que casi siempre te conduce a un lugar peor. Y no huele a césped. Lo decide gente desde los despachos, vendiendo una lógica disparatada que se vuelve en su contra. Se ha pasado días y días el mundo del arbitraje justificando el gol en fuera de juego de Francia en la final de la Nations League, contándonos a los mortales que no tenemos ni idea de normas e interpretaciones, asegurando que la tierra es cuadrada. Pero llega un humilde Huesca-Málaga y quedan retratados. El tanto de Genaro debió subir al marcador aplicando esa justicia. El fuera de juego de Peybernes era claro. Tanto como el de Mbappé ante España. Sin embargo, si la mayoría estábamos equivocados esa noche, ¿qué ha pasado hoy? ¿Por qué no sube ese gol?
El faro mediático no tiene tiempo para alumbrar una cita en El Alcoraz y si esto tiene algún recorrido será por algún interés ajeno, no por la justicia del balompié. Un partido de Segunda, un martes en horario laboral, en jornada de Champions... Todo en contra. Reparto de puntos, lo que dure el calentón y cada uno a seguir con su vida. Ay, el fútbol.
Antes de todo esto hubo un partido con alternativas en el que el Málaga se fue creciendo y adueñando del balón y de las ocasiones, sobre todo gracias a su pericia en las acciones a balón parado.
Rotar también es una manera de impartir justicia con unos futbolistas sin agraviar a otros. A Sekou, por ejemplo, le hacían falta minutos y José Alberto se los dio en Huesca aunque no esté mejor que Roberto. Pero tampoco acometió una revolución en El Alcoraz el asturiano, que hizo pocos cambios más de inicio. Lombán ocupó el sitio de Juande, reforzó la medular con la dupla Escassi-Genaro y trajo a Paulino de vuelta al once tras su partido de sanción.
Además de una cuestión de calendario, algunos movimientos parecían obedecer también a un plan específico condicionado por los jugadores y el esquema del Huesca, que jugó con tres centrales y carrileros.
La primera mitad fue un cúmulo de accidentes del que sorprendentemente se acabó con empate a cero. Sekou mide mal los tiempos a los dos minutos en un balón franco a metros de la portería rival; Joaquín Muñoz convirtió una mala entrega de Dani Martín en una elegante vaselina lejana que se estrelló contra la madera; Brandon se durmió como en Valladolid tras un error espantoso de Andrés en su área que luego arregló de chiripa; Mateu tuvo otro tiro al palo y Escriche perdonó en un mano a mano;el mismo Joaquín no llegó a rematar un balón, se lastimó y fue cambiado; Kevin y Brandon casi se lesionan mutuamente cuando casi por casualidad le salió un tiro combinado al estilo gemelos Derrick.
Así leído parecería que el partido estaba siendo emocionante y bonito, pero era más bien impreciso y poco lucido, con ese toque tosco que hizo de Segunda un cliché en su día. Tras la reanudación, un pedacito más del mismo guion. Un par de jugadores medio lastimados y un cabezazo de Lombán al palo tras servicio de Víctor Gómez, preciso en casi todos sus envíos al área. Lo demostró el lateral otra vez de manera inmediata con un balón directo al área que desperdició Sekou con todo a favor.
La puesta en escena del Málaga en la segunda mitad se acercó más a la mejor versión que nos ha mostrado en este curso. El Huesca no lo vio claro y su técnico hizo tres cambios a la hora de partido. Antes de que diera tiempo a adivinar cómo recomponía su equipo Nacho Ambriz, su portero tuvo que emplearse a fondo para sacar de la escuadra una falta directa de Escassi.
El Málaga siguió a lo suyo, con José Alberto sujetando los cambios pese a los síntomas de fatiga de algunos jugadores en el tramo final del encuentro. Ya ha explicado su postura con respecto a las sustituciones el asturiano, bien con la pizarra, que le dio opciones hasta más allá del 90’ de ganar su primer partido a domicilio. Habría sido justo que lo lograra en alguna de sus múltiples aproximaciones, pero sólo lo consiguió en fuera de juego en el 86’, con ese tanto anulado a Genaro. Porque era fuera de juego. O ya no. Quién sabe.
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