El Málaga recibe al fin los cuatro millones que debía el Al-Shabab por el caso Ontiveros-Ndiaye

Un alivio para las arcas blanquiazules y una buena noticia económica para dar estabilidad a la entidad

El Al-Shabab ya ha fichado

Ndiaye sale del autobús. / Javier Albiñana

Una gran noticia en la vertiente económica para el Málaga en un verano que no está siendo muy agradable tras dar con los huesos en Primera RFEF y todas las consecuencias derivadas ocasionadas. Al fin ha llegado la solución al largo contencioso que había pendiente por el caso Ontiveros-Ndiaye con Villarreal y el Al-Shabab por medio. El club saudí ya ha pagado los cuatro millones de euros que debía por el traspaso del senegalés y que, en una operación a la desesperada, los entonces dirigentes blanquiazules aceptaron vincular al traspaso del marbellí al cuadro amarillo, una vez no se pudo consumar el regreso a Primera tras el descenso y hubo que desprenderse de los jugadores con salida al mercado para equilibrar (frustradamente) las cuentas. Mientras los saudíes no pagaran, el Málaga no cobraría. Aquella operación se realizó en el verano de 2019. Ahora, cuatro años después, se consuma con mucho retardo. En las próximas horas el Villarreal, que ya se ha puesto en contacto con el Málaga para comunicar el ingreso del club asiático, reenviará esa cantidad, que será muy bienvenida en las arcas de Martiricos. Tras días duros en los que ha habido que decir adiós a gente muy querida en las oficinas y el césped, un guiño de alegría.

A lo largo de este extenso proceso al Málaga se le ofertó recibir una cantidad menor y a plazos por un cuarto o la mitad de esos cuatro millones que se adeudaban. Pero el club, pese a la situación económica delicadísima, siguió adelante con su reclamación para cobrar la cantidad íntegra que se le debía porque entendía que podía ganar el caso. El TAS, última instancia a la que recurrieron los saudíes, ya se había pronunciado meses atrás dando la razón al Málaga, confirmando una sanción al Al-Shabab sin inscribir jugadores en las tres próximas ventanas si no se satisfacía la cantidad pendiente de abono. Había señales que se interpretaban con optimismo desde La Rosaleda, como que los saudíes iban realizando fichajes dentro de la gran inversión colectiva del fútbol del país arábigo, atrayendo a cracks mundiales para reforzar su Liga.

Y, finalmente, ha llegado ese ingreso que es agua de mayo para la entidad blanquiazul. Pasado el ERE, con los trabajadores que firmaron ya el lunes pasado sus finiquitos, los cuatro millones se emplearán en dar estabilidad al club después del gran golpe económico que supone quedarse sin los ingresos televisivos del fútbol profesional. Y una parte también irá dirigida a reforzar la plantilla, en un impulso necesario para terminar de configurar un equipo de garantías que intente pelear por devolver donde se merece al club blanquiazul. Aunque la palabra ascenso es, de alguna manera, tabú público para los que mandan, es una inyección importante.

Más ingresos pendientes

Pueden venir en las próximas fechas más goteo de dinero. Hay varios traspasos de canteranos que pueden dejar un porcentaje (Iván Jaime está en el candelero en Portugal), Rodri Zalazar también dejará unos 100.000 euros por su pase del Schalke 04 al Braga y queda pendiente alguna salida que pueda haber en la plantilla. Además de otro ingreso gordo con Ricardo Horta. El club tiene esperanzas fundadas en que la FIFA reconozca qué dinero debería pagar el Sporting de Braga por no atender las ofertas formales que el Benfica presentó para fichar al extremo. Un tercio de los 16 millones, lo que demanda el Málaga que le corresponde, supondrían otros algo más de cinco millones que serían un plus muy importante.

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