El Atlético Malagueño va carburando y derrota al Intergym Melilla (4-2)
Tercera RFEF
Julio (dos), Bilal y Mousssa, éste un golazo, fueron los realizadores para el filial, que encadena dos victorias tres no ganar en las seis primeras jornadas
Poco a poco, el filial va carburando. Pasó más apuros de los que debía ante el Intergym Melilla, al que es muy superior, pero venció por 4-2 y con el último tanto a favor en el descuento. Fue siempre por delante, pero los norteafricanos no se rindieron. Julio (dos), Bilal y Moussa, éste un golazo, fueron los realizadores. Con este triunfo, se coloca el Atlético Malagueño en la mitad de la tabla. Ha sumado en dos semanas el doble que en los seis primeros partidos.
Parecía un partido placentero en la primera mitad, cuando los cachorros malaguistas metieron dos goles en el primer cuarto de hora de partido. Había superioridad, los melillenses apenas habían pasado del centro del campo. Dos jugadas muy parecidas habían dado origen a los goles. Apertura de Quintana a la banda derecha, donde recibía Ale Benítez. En el primer gol, centró con la derecha y Bilal, el otro lateral, cabeceaba al fondo de la red. Un par de minutos después, parecida maniobra. Esta vez, Benítez recortaba y centraba con la izquierda para que Julio empujara.
No obstante, el partido se complicó rápidamente. El Melilla creó mucho peligro a balón parado, así llegaron sus dos goles. En un córner, el espigado Alejandro se adelantaba a toda la defensa para cabecear y batir a Santos. Hasta el descanso, algo de más de imprecisión por parte de los de Funes, aunque sin grandes apuros.
Al poco de iniciarse en segundo, espectacular gol de Moussa. El central de Mali, que ya jugó con el primer equipo en la pretemporada y al que José Alberto le tiene echado el ojo, empezó una cabalgada en la que sorteó y rivales y se plantó en la frontal rival para batir al meta contrario de un derechazo ajustado al poste. Formó pareja con Andrés Caro como central ayer.
Pero, de nuevo, otro balón parado, esta vez una falta frontal, permitía a los pocos minutos a Karim recortar distancias. No estaba cómodo el filial, que, sin pasar demasiados agobios, transmitía cierta intranquilidad. Ambos entrenadores movían el banquillo y el partido se plantaba en los minutos finales. Ahí, Juanmita peleó por un balón que parecía perdido, lo rescató y le dio el pase de la muerte a Julio, que cerraba el partido con un remate entre las piernas del meta para poner el 4-2 definitivo. Dos victorias del filial consecutivas que le deben propulsar.
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