Manolo Gaspar: "Estaba en el primer equipo y estudiaba para bombero"
Dentro del programa 'La Academia de Valores', interesante charla del director deportivo y Sergio Pellicer con los jugadores de los equipos cadetes y sus padres
Manolo Gaspar y Sergio Pellicer acudieron a la sala de prensa ‘Juan Cortés’ del Estadio La Rosaleda participando a través de zoom en la primera sesión telemática de 'La Academia de Valores' enfocada esta vez a los equipos cadetes de La Academia MCF. El responsable de la cantera blanquiazul, Sergio Paulo Barbosa ‘Duda’, también estuvo presente en un acto coordinado por Lucas Rodríguez y Sebastián Fernández Reyes ‘Basti’, escoltados por Fernando González, coordinador de la Escuela de Fútbol Supercapacitad@s de la Fundación del Málaga Club de Fútbol. La ‘Academia de Valores' es proyecto del club a través de la Fundación pionero en el mundo del fútbol que busca dar un valor añadido a los futbolistas de la cantera malaguista. La transmisión de valores como el compañerismo, la educación, unos hábitos saludables y el uso adecuado de las redes sociales, puntos básicos de una primera jornada amena e instructiva que tendrá continuidad en el tiempo con más experiencias y embajadores blanquiazules. En este caso, durante las próximas cinco semanas, todos los conjuntos de las categorías inferiores del Málaga CF tendrán su particular sesión semanal de ‘Academia de Valores’.
Pellicer y Manolo compartieron experiencias y aconsejaron a padres y jugadores sobre la formación. "Siendo jugador del primer equipo yo estaba estudiando para bombero porque pensaba que era lo que me gustaba para después. Después de futbolista, mi sueño era ser bombero. Me metí en una academia y me saqué todos los carnés de conducir. De camiones, de tráiler, de vehículos especiales, de todo. Al final el fútbol me fue ofreciendo cosas", relataba el director deportivo: "Entré como scouting y vi que aquello me gustaba, intenté formarme a muerte, todos los cursos posibles, manejar tecnología, el título de director deportivo para ayudarle al director deportivo de turno de manera eficietne, poniéndome en su pellejo y sabiendo lo que hacía falta. Al final me junté con un puñado de títulos y uno me ha servido para conocer dónde me muevo. No hay que dejar la formación. Tuve la suerte de jugar al fútbol, pero muchos se quedaron en el camino. Y en el mundo de fútbol hace falta de todo. Fisioterapeutas, médicos, entrenadores, jefes de comunicación, periodistas... De todo, el fútbol da de comer a una gran cantidad de personas. Invito a formarse de manera paralela a la educación deportiva".
"Es un placer venir, hace cuatro o cinco años estaba en La Virreina con chavales como vosotros, a los que conozco cuando estábais en alevines o infantiles", decía Pellicer: "Para mí es muy importante el tema de los entornos, los padres. La figura del entrenador es importante, a veces se hace caso más a ellos que a los propios padres. Hay que ser felices, que no va con el éxito deportivo, con el personal. El tema de los estudios y la formación es clave. Tener un plan B, C y D. El fútbol un deporte brutal, es una trituradora a nivel emocional, sobre todo cuando sales de tu entorno familiar, yo lo viví con 15 años. Me he perdido el envejicimiento de mis padres, las amistades en mi tierra. Hay una cosa que ni se estudia, el talento del esfuerzo. Os invito a que ante esos obstáculos lo sepamos superar. No le metamos presión, que sean felices, compitan, disfrutan, estudian. Poder mejorar cada día. Da igual que un chico tenga 15 o 32 años. Cada entrenamiento es una evolución a nivel personal".
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