Melilla - Málaga CF: Ridículo malaguista (1-0)
Esperpéntico partido del Málaga CF en Melilla. Muy merecida derrota (1-0) en el Álvarez Claro tras 90 minutos lamentables de un equipo y de un entrenador que no supieron jugar un partido con connotaciones especiales, con un césped impracticable en el que no se podía conducir ni circular. Pero esto es parte de la penitencia por estar en la categoría que se está. También va con estar en Primera RFEF este tipo de arbitrajes. Sí, hubo un claro penalti a Roberto en el primer tiempo y sí, es muy posible que Siddiki, solo, estuviera en fuera de juego cuando remató para hacer el 1-0 a falta de 15 minutos. No está la red del VAR, pero no sirve de atenuante para lo que se vio en el simulacro de césped de la ciudad autónoma.
El Málaga se fue empequeñeciendo con el transcurso del partido. Ya hay que descartar pelear por el ascenso directo justo en una jornada en la que flaquearon Castellón e Ibiza con sendos empates. Cerrado el mercado, en el que se ha sido contemplativo y conservador para dar confianza a esta plantilla, estos jugadores son los que están. Y en Melilla no dieron la talla. El segundo tiempo fue un ejercicio de impotencia muy preocupante. No se disparó a puerta, Javi Montoya fue un espectador más. Pasado el ecuador de la temporada, es preocupante lo que desprende el Málaga, que aún no le ha ganado a ningún equipo de la zona alta y que hasta ahora había sido fiable con los de abajo. No lo fue en el Álvarez Claro. Es un partido de antes y después. Así no se va a ningún sitio.
El planteamiento ya fue cicatero. En un césped que era un patatal y que dificultaba cualquier elaboración, el encuentro devino al clásico pelotazo, pero, con un delantero que gana duelos y toca balones, no se utilizó de él. Pellicer optó por doblar el lateral izquierdo con Dani Sánchez más adelantado y Víctor García en el lateral. Ferreiro en la derecha y Dani Lorenzo más suelto para acercarse a Roberto. Transcurrió el primer tiempo sin demasiados sobresaltos, aunque con bastante cera. Pierna dura en el equipo melillense, con sus delanteros marcando la pauta. Tres amarillas para sus atacantes hasta la receso. Un mal disparo de Dani Sánchez tras un bote diabólico de la bola, algún córner tras buena combinación entre Ferreiro y Jokin y lo que pareció un claro penalti sobre Roberto al cuarto de hora. Un balón que se iba fuera del área pero Álex Macías le derribó claramente. Holgueras Castellano miró hacia otro lado pese a las protestas malaguistas.
El principal peligro malaguista llegó a balón parado. Las más clara ocasión en la primera mitad fue para Juande, que remató bien con la zurda un centro de Víctor García tras una segunda jugada después de un balón parado. El remate del cordobés iba ajustado al palo, pero Javi Montoya hizo una buena estirada para mandarla a córner. El duelo se había endurecido. Parecía que el Málaga necesitaba más, pero visto lo que vino después no había sido una mala versión.
El segundo tiempo del Málaga fue trágico. “Inexplicable”, decía Pellicer tras el partido. Se quedó corto. El Melilla tuvo dos ocasiones clamorosas. Un remate sin portero y a puerta vacía de José Enrique. Un mano a mano desde el centro del campo de Sergio Pérez fue salvado entre Jokin, que había causado la situación, y Alfonso. Pero arriba era la nada. Los cambios no mejoraron al equipo. Ni Kevin, ni Dioni, ni Larrubia, ni Avilés... Nada. Colectivamente el Málaga fue nulo. Ni un duelo ganado, como asustados por la atmósfera. Ni ideas claras para atosigar el área, que apenas la pisó. Incapacidad para generar algo de peligro en el balón parado. Ni córners ni faltas laterales.
La tragedia se consumó en el minuto 75. Una falta lateral defendida de manera infame la aprovechó Siddiki, sin marca y en posición muy ajustada, para cabecear y batir a Alfonso Herrero. Desde ahí hasta el final, la nada más absoluta. Un Málaga tremendamente preocupante que no supo jugar ni supo competir en estadios en los que esta categoría requiere saber de fútbol. Un aviso, quedan 15 partidos pero este Málaga de Melilla no da ni para play off, que el Murcia viene como un cohete.
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