Mérida - Málaga CF: A lo Monty Python en el Romano (1-2)

La victoria es muy valiosa pero el equipo dejó mucho que desear

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Así te contamos el partido en Mérida

El Málaga celebra un gol / Carlos Guerrero

El Málaga ganó en Mérida y es lo mejor que se puede extraer del partido. Venció en la arena romana como en La Vida de Brian. Al más puro estilo Monty Python, como aquel esclavo cansando al gladiador, muerto de agotamiento. Fue un partido terrorífico de los blanquiazules, que están pidiendo el parón de Navidad a gritos. En la primera mitad, al menos, contestó con buenas ocasiones a los espacios que dejaban los extremeños. La segunda fue un manual de resistencia, con el culo atrás, sin ideas, sin inquietar al meta contrario y el único objetivo de mantener a salvo el 1-2.

Al final, la historia la escriben los que ganan y el Málaga lo hizo, además en una jornada propicia, pero la sensación de incapacidad que tuvo por momentos asusta. Como ante el Córdoba a los pocos días de volver de Barakaldo, la resaca copera no sentó bien. La Rosaleda no va a tolerar algo así ante el Algeciras –que empató a cero con el Ibiza– en el encuentro que despedirá 2023.

No tenía demasiadas piezas para sorprender desde el once Sergio Pellicer, condicionado por las lesiones de Manu Molina y Juan Hernández. Dejó, no obstante algunos retoques tácticos. Situó en punta a Dioni, tiró a Roberto a la derecha y dio algo más de libertad a Larrubia para moverse por dentro.

De nada sirven los arreglos y las apuestas si sales con dos marchas menos que tu contrario. El Mérida entró al campo con más determinación, agresividad y pulso que los blanquiazules, que a los 29 segundos habían concedido una ocasión clara, a los cinco minutos la segunda y a los diez vio cómo Ben Hamed cruzaba en demasía una asistencia de Chuma.

Cosas del fútbol, se adelantó el Málaga de penalti. Dioni fue más listo y aprovechó la candidez de la zaga emeritense. Una patada absurda que el colegiado castigó. Roberto se la pidió rápidamente al delantero malagueño, que ya había fallado desde los once metros en Castellón y Barakaldo.

El 0-1 era tan irreal viendo los méritos de unos y otros que no tardó el conjunto de Ruano en llevar las tablas al marcador. Una acción mal defendida por todos. Desde Genaro que dejó a Ben Hamed filtrar cómodamente un balón al activo Sandoval. El extremo pilló el truco al lateral y se la sirvió a Chuma para marcar en boca de gol tras dejar atrás a Galilea.

No mucho después Kevin pudo ser objeto de penalti, pero el colegiado no lo estimó. El extremo, en su siguiente aparición pasada la media hora, logró asistir con inteligencia a Larrubia, que llegó desde atrás para finalizar con la izquierda y marcar por fin su primer gol en la que fue su casa. Pidió perdón de manera instintiva.

No estaba siendo peor el Mérida, más bien lo contrario, pero en defensa concedía y Llácer evitó bajo palos el 1-3 de Genaro. Los extremeños sí acertaron para el 2-2, pero el árbitro madrileño y su asistente vieron el fuera de juego y se llegó con tablas al descanso.

Pellicer realizó un doble cambio en el descanso. Retiró a los cocineros del 1-2 para meter a Juanpe y Dani Sánchez, que se colocó por delante de Víctor García y anduvo cerca de cazar un balón filtrado por Dioni al poco de comenzar la segunda parte.

No tardó mucho Ruano en reconfigurar su equipo con un triple cambio para contrarrestar los movimientos de Pellicer. Pero para el Málaga ya no había más plan que amarrar de cualquier manera el botín y volver a casa con tres puntos que le permiten recortar distancia a Castellón e Ibiza además de alcanzar al Córdoba.

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