Miguel Torres: "Muñiz es el peor entrenador que he tenido"

"Ha sido el único que no me ha valorado como profesional sino por cosas extradeportivas que a él le beneficiaban", dijo en GOL

Muñiz y Miguel Torres, en un entrenamiento.
Muñiz y Miguel Torres, en un entrenamiento. / Javier Albiñana
R. D.

12 de febrero 2020 - 18:14

Miguel Torres dejó el fútbol profesional el pasado verano. O quizás el fútbol fue el que le dejó a él. O acuerdo mutuo, que ahora es más moderno. La cuestión es que colgó las botas, pero pronto encontró una ocupación como comentarista en el canal de televisión GOL. No es tan común que lo haga alguien de su edad, que el pasado 28 de enero cumplió 34 años pero que apenas jugó en la recta final de su carrera. Desde su púlpito aprovechó para arremeter contra Juan Ramón Muñiz.

Durante el programa El Golazo de la Tarde, le llegó una pregunta vía Twitter preguntándole por quién había sido el peor entrenador de su carrera, a lo que respondió de manera sorprendente por su contenido: "De todos he aprendido cosas que me han servido para el futuro. Si tengo que elegir el peor, me quedo con Muñiz, que lo tuve en la última etapa en el Málaga porque ha sido el único que no me ha valorado como profesional sino que me valoró por otras cosas extradeportivas que a él le beneficiaban y no a mi interés".

El madrileño llegó al Málaga en el verano de 2014 y lo dejó el pasado. En esos cinco cursos sólo jugó un total de 75 partidos oficiales, repartidos así por campaña desde su llegada: 19, 24, 23, 8 y 1. Por situarlo dentro del marco histórico, Luis Hernández, Juanpi, Adrián o Juankar han jugado más que él como blanquiazules. Salvo etapas contadas, siempre estuvo fuera de forma y se le llegó a quitar del grupo de capitanes. En la 2018/19 debutó sobre la bocina en la última jornada, la 42, en La Rosaleda ante el Elche.

Sus dos últimas temporadas con el Málaga estuvieron marcadas también por alguna situación complicada con la afición, sobre todo después de mostrarse en redes sociales sosteniendo una copa de vino durante una cena con amigos entre los que había otros futbolistas profesionales y que se celebró mientras el equipo blanquiazul jugaba un partido fundamental para luchar por la permanencia en Primera División. Tampoco ayudó su relación con la celebridad Paula Echevarria, a partir de la cual salía más en prensa rosa que en la deportiva.

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