Mundial 2030: La Rosaleda, "como el Bernabéu a escala Málaga"
"Queremos hacer algo no solo deportivo, la ambición es tener cubierta, techar el estadio y colocar el césped con deslizamiento horizontal y no verticales", dice el alcalde De la Torre
Urge capital privado
Así es el proyecto
Son meses decisivos para saber si la candidatura para que Málaga sea sede del Mundial 2030 de fútbol. En el verano deberían conocerse las sedes. La FIFA ha visitado La Rosaleda para comprobar el estado de las instalaciones y verificar si el proyecto es realizable. Como publicaba este periódico la semana pasada, conforme se va haciendo más ambicioso el proyecto más coste tiene. Se hablaba en un principio de en torno a los 100 millones. La iniciativa privada es esencial para descargar el coste de las tres instituciones (Ayuntamiento, Diputación y Junta). Los últimos estudios se acercan a los 260 millones, una cifra gruesa. Sobre todo ello habló el alcalde, Francisco de la Torre, en Mediodía Cope Málaga. "Estamos trabajando en ello, se están culminando los estudios para saber el costo total, de la parte de ampliación, de aforo, del campo y de los aparcamientos. Pero también se están haciendo estudios paralelos que, además de ese objetivo deportivo, plantean una operación para que se pueda convertir, a la escala de Málaga, en algo que pudiera acoger acontecimientos culturales. Esta vertiente sería más costosa y más compleja", admite el alcalde De la Torre: "Para ello habría que expandir el estadio hacia el norte, para ello hay que negociar con la Consejería de Educación, por el instituto que hay en la zona para resolver su situación. Y luego ver si hay iniciativa privada que nos permita descargarnos de toda la inversión". "Pero si no la hubiera", precisa el alcalde, "las tres instituciones ya tenemos un convenio redactado para abordar el tema". El compromiso fue público para reformar La Rosaleda existe. La imagen hacia fuera es de unidad, pero hay quien dentro de las instituciones también piensa que hay que medir bien lo que se hace y que no todo recaiga en las arcas públicas.
La idea es que las obras empiecen en 2025. Un año antes de la celebración del Mundial deben estar acabadas. "Esto hay que resolverlo con rapidez, por los plazos que hay que cumplir. Queremos hacer algo no solo deportivo, la ambición es tener cubierta, como en el Bernabéu, pero a nuestra escala, techar La Rosaleda, y colocar el césped con deslizamiento horizontal y no verticales, como ha hecho algún club inglés. Es una buena oportunidad para la ciudad y hay que reflexionar sobre ello", señala De la Torre, que pone el ejemplo del coliseo madridista, que ultima los detalles de embellecimiento después de una larga y costosa obra a la que todavía le quedan meses de vigencia para acabar. Es un reto ambicioso, pero la inversión económica se multiplica. Acoger conciertos y grandes eventos en La Rosaleda es el deseo, pero es costoso.
"El metro está cerca y se puede acercar un poco más, pero no es un requisito necesario, sobre todo inciden en el tema de las plazas de aparcamiento. Estamos en un momento complejo, pero muy interesante", ahondaba sobre el tema de las infraestructuras. Las obras para la prolongación al Hospital Civil ya han comenzado. Desde allí hay unos 10-15 minutos caminando hasta Martiricos. Sucede que la envergadura de la obra, como ya se explicó, implica una importante reestructuración, con el Instituto Guadalmedina que habría que reubicar y el cauce (aunque sea guadianesco) del río latente.
Además de la opción de la pastilla que hay reservada en el Puerto de la Torre, el alcalde admitió que "nos planteamos hacer el nuevo estadio en la zona del Martín Carpena, pero es una buena oportunidad también para proyectar y promocionar la zona norte de la ciudad y que no abandonamos esta zona. En un futuro se puede hacer algo más en la zona del Martín Carpena, pero es una zona de suelo compleja por la cercanía del Guadalhorce".
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