Mundial 2030: La Rosaleda y Málaga esperan sitio
El estadio malacitano y su entorno sufrirían una gran transformación
Un estadio futurista en el corazón de la ciudad
Llenazo en Martiricos para la Kings League y la Queens League
La noticia de que España será uno de los organizadores del Mundial 2030 ha generado una grandísima expectación en Málaga y su provincia ante la posibilidad de que La Rosaleda sea finalmente una de las sedes de la competición de las competiciones. Las instituciones estaban apostando fuerte por no quedarse fuera de una carrera en la que hay muchas ciudades candidatas y sólo cuenta con 10 sedes.
Málaga había tomado posiciones con la RFEF en los últimos tiempos gracias en parte al empuje económico que auspiciaron las instituciones. El estadio de Martiricos acogió a la selección absoluta en diversas ocasiones y las relaciones con la Federación invitaban al optimismo. También es cierto que todo fue bastante antes de que estallase el caso Rubiales.
De cualquier forma, para que La Rosaleda esté preparada para ser sede mundialista, el estadio tendrá que verse sometido a una severa transformación que lleva aparejada la ampliación hasta más de 40.000 espectadores. También el entorno de Martiricos tendría que ser reformulado, cuestión que ya contemplaba el Ayuntamiento en caso de que España lograse el Mundial 2030 de la mano de Portugal y Marruecos.
El mínimo de capacidad fijado para ser parte de los partidos en la fase de grupos es de 40.000 espectadores. Para aspirar a semifinales, 60.000, y 80.000 para encuentro inaugural y la gran final. Cada uno de los estadios deben reunir los requisitos para poder ser valorados como categoría 4 y estar disponibles al completo un mes antes del inicio del torneo.
Una nueva Rosaleda para 45.000 personas
Ya se presentó en marzo una proyección del estadio que se esperaba construir. Contaría con una capacidad para alrededor de 45.000 personas y ha sido proyectado por Dorronsoro Arquitectos, encargados entre otras construcciones en la capital de las llamadas Torres de Martiricos, visibles desde el estadio y viceversa.
Se producirían cambios estéticos importantes, sobre todo en la zona exterior, donde iría un recinto totalmente cubierto por viseras y unos accesos que poco o nada se parecen a los actuales. Eso sí, en la imagen proyectada hay ciertas 'licencias' porque faltan elementos (edificios y otros espacios públicos) que actualmente conforman el entorno de Martiricos.
De 70 a 110 millones de presupuesto
Se prevé que se pueda incluir un hotel y espacios comerciales que revitalicen la zona y puedan provocar que el uso del estadio y sus alrededores no se limite solamente a los días de partido. Aunque los gastos correrían a cuenta en principio de las instituciones a partes iguales, se pretende involucrar a la hotelera de turno para sufragar parte de la construcción. El presupuesto estaría entre los 70 y los 110 millones.
Iría fuera el Anexo y tampoco queda claro cómo se va a resolver con el instituto adyacente, algo que queda en manos de la Junta. Dentro de cómo se imagina el nuevo estadio, también se pretende conseguir que la cubierta superior sea visitable por cualquier viandante.
Cambios en La Rosaleda
- Aumento del número de localidades hasta llegar a las 45.000 (actualmente cuenta con 30.044).
- Cubierta completa para garantizar que todas las localidades se encuentran cubiertas.
- Dotación mínima de servicios que requieren los eventos de esta envergadura, salas necesarias para prensa y televisión y zonas de hospitalidad y plazas de aparcamientos.
- Cumplir con las necesidades de accesibilidad requeridas por la normativa para movilidad reducida.
- Buenos accesos y circulaciones de llegada y salida del estadio.
Transformación del entorno
Raúl López, concejal de movilidad, explicaba en septiembre de 2022 que "no es solamente meter 2.000 plazas de aparcamiento, es ver qué pasa el día después del Mundial. Tenemos que hacer que sea sostenible, si no tiene retorno, que al menos no dé pérdidas. No podemos cometer esos errores. Hay que construir accesos y servicios. No es cuestión de poner una grada más y ya está, es un proyecto que tiene que quedar para la posteridad".
Todavía no hay estimación del coste que puede llegar a tener, según el edil: "Los 40.000 netos algunos no computan. No iremos a 40.000 redondos, algo por encima para tener cintura. La siguiente fase es complicada. Más de 60.000 no lo valoramos, es doblar la capacidad, habría que hablar de otras cosas que no se podrían hacer allí. Estamos esperando a los arquitectos, obteniendo información de ampliaciones parecidas, errores y aciertos de cada uno. Luego hay que plasmarlo en la geografía y orografía de Málaga. Tenemos el río por un lado y viales por el otro. Tenemos que llevarlo a la realidad física de Málaga".
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