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Osasuna-Malaga
Sucedió el 18 de mayo de 2014. Acababa la Liga de Primera División pronto, que venía después el Mundial de Brasil. Osasuna y Betis se enfrentaban en El Sadar en el último partido de Liga de una temporada negra para los dos equipos, que acabarían con sus huesos en Segunda. Osasuna, entrenado entonces por el que semanas después sería técnico malaguista, Javi Gracia, aún tenía aquel día algunas esperanzas de salvación, aunque dependía de resultados rivales.
Oriol Riera marcó (el partido acabaría 2-1 para los rojillos) para abrir el marcador y una de las gradas de El Sadar se vino abajo en una situación de nervios porque había mucha gente amontonada sobre el césped. Alfred N’Diaye, entonces jugador del Betis, se acercó para ver si podía auxiliar. Vio llorando a un chico de nueve años, que había acudido al fútbol con su hermano. Lo cogió en brazos y buscó un lugar seguro para él.
Aquella icónica imagen, el gigante senegalés con el pequeño Ibai, nueve años entre brazos, se convirtió en viral de solidaridad. Meses después, el Betis regresó a El Sadar y el campo entero le ovacionó. N’Diaye estuvo en contacto con la familia del pequeño para ver su evolución.
Y en el campo navarro no olvidan al senegalés, como se encargó Osasuna de recordar ayer a través de las redes sociales. “Nos visita el Málaga con Alfred N’Diaye en sus filas. El Sadar nunca olvida. Nuestro eterno agradecimiento, amigo”, recordaba la entidad pamplonesa en memoria de aquel bello gesto del que hoy es un faro en el Málaga.
“Todo el mundo me agradeció ese gesto, pero para mí fue normal ayudar a la gente; ves a un chico herido y lo normal es ayudarlo”, recordaba N’Diaye tiempo después de aquella imagen que dio la vuelta al mundo. En El Sadar le aguardan para volverle a recordar que no se olvida lo que hizo aquel día.
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