Natxo ya espera la estocada final y el club busca un golpe de efecto

Ya lo repitió en unas cuantas ocasiones Natxo González, que sus números en el Málaga CF tenían poca defensa. Y así es, más allá de otras consideraciones, las estadísticas son demoledoras. Diez partidos ha estado en el banquillo malacitano, donde cogió el testigo de José Alberto López. Se marchará con una única victoria ante el Amorebieta después de caer ante el Girona. La entidad de Martiricos espera a este sábado 2 de abril para anunciar el despido del vitoriano. Luego llegará el nombre del sustituto, con el que el club espera poder conseguir un golpe de efecto y salvar la temporada.

Lo cierto es que el técnico ya había perdido prácticamente todo su crédito antes de llegar a Montilivi. "Mis números son indefendibles", repitió en sus últimas apariciones, honesto mientras se hundía. Empezó con una dura derrota ante el Mirandés en Anduva por 0-3 cuando casi ni había entrenado al equipo, luego rozó el triunfo en Zaragoza (1-1). Tras dos salidas, se estrenó en La Rosaleda ante el Almería (0-1).

El palo más gordo llegaría en su cuarto partido. La Real Sociedad B venció 2-0 al Málaga, que se dejó el golaverage particular. A partir de ahí dio algún síntoma de mejora. Empató en casa con el Cartagena (1-1) pero mereció más. De ahí a Lezama una jornada después para firmar el 1-2 ante el Amorebieta.

Parecía que había encontrado su ola Natxo González, que tras esa cita firmó un 0-0 en La Rosaleda ante la Ponferradina donde también mereció el triunfo. Pero nuevamente tropezó contra el peor rival, posible. Sin Pellicer y con Sandoval, el Málaga regaló al Fuenlabrada un triunfo (1-0) y después en casa regaló otro al Huesca (0-2).

Ante el Girona dio un buen repaso a Míchel y Salva. Pero cuando la pelota no entra, los entrenadores se van al paro. 13 goles recibidos y cuatro a favor en sus diez partidos. Un triunfo, tres empates y seis derrotas. Y estancado el quinto por la cola, ahora se espera que los rivales desperdicien la jornada para no ver acortarse más aún el colchón de puntos.

En el Málaga se tiene claro que más allá de la calidad, el problema de esta plantilla es mental y necesitan alguien de un perfil distinto, que active algo distinto en el equipo, al menos, lo justito para llegar a la orilla y no perder la categoría. Eso podría tener fatales consecuencias. Ante el Valladolid en La Rosaleda habrá otro técnico.