Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Shinji Okazaki, futbolista japonés, se retira a los 38 años. Así lo anunció tras acabar su periplo en el Sint-Truiden belga. Una dilatada trayectoria que le llevó desde Japón a Alemania, Inglaterra, España y Bélgica. Y que tuvo en Málaga un episodio chusco que acabó con su presentación pero no con su debut oficial por una negligencia.
Ocurrió en la pretemporada de la campaña 2019/20. El atacante asiático llegó a La Rosaleda con mucha expectación. Era la segunda temporada del club en Segunda y se intentaban hacer esfuerzos por configurar un equipo competitivo, pero ya la situación económica era muy mala y la sanción de LaLiga empezaba a planear. Pese a ser presentado y jugar algún amistoso, la patronal no permitió la inscripción del jugador, que hizo todos los esfuerzos posibles, hasta apareció por La Rosaleda a última hora, donde fue cazado por Málaga Hoy, en las horas previas al cierre del mercado para desbloquear la situación y vestir de malaguista, que confesó que era un sueño. Finalmente acabó fichando por el Huesca una vez se extinguió el contrato al no poder ser inscrito. Quedó la pegadiza canción de El Rumba que todo el vestuario cantó en la época de Víctor Sánchez del Amo.
Stuttgart y Mainz en Alemania, Leicester en Inglaterra, Huesca y Cartagena en España y Sint-Truiden en Bélgica fueron los clubes europeos de Okazaki, internacional 119 veces con Japón (50 goles) y con decenas de goles repartidos entre la Bundesliga, Segunda España y la Premier, donde formó parte de aquel inolvidable Leicester de Ranieri que consiguió alzar el título venciendo a todos los grandes. Una carrera excelente que tuvo esa anécdota en Málaga, en una época oscura del club en la que aún sigue inmerso.
Temas relacionados
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios