Las razones para creer de Pepe Mel
El técnico malaguista estuvo en 101 TV para tratar diversos temas de la actualidad malaguista
Pepe Mel estuvo presente en el plató de 101TV para participar en el programa de Área Malaguista, donde no se escondió y respondió a todas las preguntas que se le realizaron. "Hay que hacer frente a las situaciones. Los tiempos no se eligen, son los que son y la verdad es que con el convencimiento de que al final la cosa va a salir bien y el Málaga no sufra un descalabro tremendo que sería no mantener la categoría", fue el análisis que realizó Pepe Mel, quien confesó que no se planteó bajarse del barco por voluntad propia en ningún momento: "No he pensado en abandonar. Por muchas cosas. La primera porque cuando el Málaga fue a buscarme, me expuso el plan de trabajo, lo que ponía a mi disposición, me explicó cómo estaban las cosas y en ningún momento me mintió ni me dijo nada que yo pueda decir que se me ha engañado. Acepté ese reto. Desde que llegué el club ha puesto todo a mi disposición, la gente intenta hacerme la vida fácil y que no tenga ninguna queja con el trabajo de nadie. Y no tengo. Al revés, eso hace que tenga más compromiso si puede ser".
"Cada minuto del día estoy pensando en cómo arreglar la situación y en cómo salir de ella. Estoy convencido de que lo vamos a lograr. Solo hay una manera, ganando partidos. Esto es un juego y la suerte incide, pero soy de los que opinan que cuanto mejor trabajes, la suerte más te sonríe. Cuando uno es entrenador de fútbol, de lunes a sábado haces el trabajo con la mejor intención. Te puedes equivocar pero trabajas todo lo que sabes, corriges errores, potencias virtudes y luego aparecen otras cosas. Como que te quedes con uno menos en el minuto 10. Y eso hace que se venga abajo lo que has trabajado durante la semana. Con todo eso, estoy convencido de que el Málaga va a revertir la situación", añadió el míster madrileño. Además, dejó claro que no se siente presionado: "Me transmiten tranquilidad. Noto esa confianza que tienen en mi trabajo y por eso digo que desde esa confianza sé que la gente del club sabe que quieren que salgamos adelante. El Málaga es un club grande y pone todo a disposición del cuerpo técnico".
Aunque Mel es un experto ya en el mundo del balompié y así responde a los que puedan dudar de su continuidad: "El fútbol para los entrenadores son resultados y al final hemos ganado un partido, las cosas no están tan rápidas como yo pensaba que podían ser. Un entrenador cuando firma un contrato ya tiene un día menos para que lo echen, esto es así. No hay ningún entrenador que dure para siempre. El fútbol es resultadista, pero hay muchas cosas más. Tengo 59 años y desde los 16 soy profesional. El vestuario es lo más importante, los jugadores, y el equipo transmite cosas que hacen pensar puede salir de esa parálisis que tiene. Hemos perdido los partidos por un gol, estamos a nada de que sea diferente. Hacemos muchas cosas que no nos dan para ganar. Si me dice qué equipo ha sido mejor que el Málaga, no lo he visto. Pero hemos cometido errores que a veces son groseros y te hacen perder".
Eso sí, no se va a esconder ni a poner excusas en ningún momento: "En el momento que acepto el trabajo lo acepto con todas las consecuencias por lo tanto ahora no vale quejarse. También decir que yo he estado en la situación de que un compañero me releve a mí y está muy feo mirar la vista atrás. Yo miro desde el Villareal B y desde ahí hay situaciones que no van bien pero la más importante son los puntos que tenemos en el casillero. No voy a mirar más atrás de ahí. Yo tengo que mirar desde el Villareal hacia delante que bastante trabajo tengo y lo que sí me pide el cuerpo o me dice la cabeza es que podemos salir porque yo trabajo con ellos todos los días, les veo, vivo los partidos, sé el rival que vamos a tener enfrente y no esta semana, sino cada semana porque luego vamos al campo del Levante y recibimos al Granada. Entonces si nos hacemos pequeños por recibir a la Ponferradina imagínate luego. Nosotros tenemos que pensar que somos el Málaga, que estamos en una situación donde no debemos estar y que tenemos argumentos, en eso se basa el trabajo y ahora yo como entrenador tengo que darles esos argumentos".
Cambio de dinámica
Si algo tiene el técnico blanquiazul es compromiso y amor hacia su plantilla: "No tenemos a un jugador que haga lo que hace Messi, pero esta plantilla, con el trabajo que hace, no puede estar donde está. El máximo responsable en el fútbol siempre es el entrenador. A veces se nos olvida que los jugadores son personas. Tienen días buenos, malos, pasan por momentos… Hemos introducido el papel ahora de la psicóloga que nos acompaña. Están trabajando en esa parcela. La cabeza es muy importante en el fútbol. La cabeza hace que reviertas cosas o no".
Sin embargo, las derrotas están llegando por errores propios: "Perdemos en Oviedo por un penalti que viene de un error en un pase atrás. Perdemos con el Éibar por un pase mal dado y la mala colocación de un jugador, en Leganés fue otro error… No son cosas de cabeza, sino de entendimiento del juego que al final pasan factura. Dicho esto, también hacemos muchas cosas bien. De momento están primando las otras. En Zaragoza, después de jugar 80 minutos con uno menos, ponernos por delante, mantener un marcador ajustado… El equipo da sensación de que hace cosas bien". A pesar de eso, es necesaria la ayuda psicológica: "Toda ayuda está bien, pero no me canso de decir que nosotros hemos perdido partidos por errores nuestros, no por cosas de cabeza. Ni siquiera el Éibar, que es el que está más arriba en la tabla de los rivales a los que nos hemos enfrentado, fue mejor que nosotros".
Afición
"Estamos en un partido de Segunda División, trabajar para que caiga para nosotros. Tenemos que fomentar nuestras virtudes, que las tenemos, y hacer muy pequeñitos nuestros defectos, que tenemos y muchos, sino no iríamos últimos. De eso se trata, pero ahora el entrenador David Gallego de la Ponferradina se estará viendo todos los partidos del Málaga y le estará diciendo lo mismo a sus jugadores y estará haciendo un plan de actuación para ponernos las cosas muy complicadas aquí. Nosotros tenemos algo a favor que en Málaga es de agradecer, desde que los jugadores del Zaragoza pisaron el césped el público estaba en contra de ellos, tenemos una inmensa fortuna, la gente siente este club, siente el málaga y saben que solo hay alguien que puede sacar esta situación: los futbolistas. Entonces los 90 minutos hay que intentar llevarlos en volandas y cuando termine el partido te expresas como quieras. Es cierto que el público de Málaga está siendo muy respetuoso en una situación límite y los jugadores lo saben. Estamos en deuda con esta situación, con esa presión añadida, con el saber que hay gente que fue a Zaragoza y se dio una paliza de viaje por ver el partido y han pasado frio y estaban allí con nosotros. Eso los jugadores lo saben, son personas, claro que lo saben, pero no es sencillo. Estamos ante una situación que cada paso nos cuesta pero en cuanto demos tres o cuatro, que tenemos que hacerlo ya porque el tiempo nos come, pues estoy seguro que el equipo va a salir", fue el mensaje que mandó Mel de nuevo a los aficionados, no se olvida de ellos.
Situación límite
Respecto a la situación actual, el míster malaguista confirma que está acostumbrado a haberla vivido en otras ocasiones: "No me fijo en que estemos en noviembre, me fijo en los puntos que quedan. El equipo tiene que sumar de tres en tres con urgencia. No oculto mi responsabilidad y la presión que conlleva. Llevo viviendo con esa presión muchos años y a los futbolistas les digo que tiene que aprender a llevarla si quieren jugar al máximo nivel profesional. Me ciño al día a día, a la Ponferradina. Ir más allá es absurdo. Por mil cosas, porque no sé dónde voy a estar el lunes cuando termine el partido contra la Ponferradina. En el fútbol es todo muy volátil. Lo que hoy es blanco mañana es negro y al revés. Sólo miramos sumar tres puntos, no miramos más allá".
Eso sí, si algo tiene el míster madrileño es transparencia y sinceridad: "No soy de edulcorar las cosas, son como son. El Málaga está en una situación difícil y eso solo se afronta con valentía. Y en el fútbol la valentía es ir a ganar. Ir a ganar no significa ir a pecho descubierto. Hay que buscar los puntos débiles del rival, ocultar los tuyos propios, que permanezcan tus virtudes y todas esas cosas. Pero nosotros tenemos que ganar a la Ponferradina. En casi un año solo se ha ganado un partido en La Rosaleda. Entiendo que la gente tenga dudas. No tenemos que caer en ese error. Tenemos que prepararnos, entrenar, recibimos a un equipo que ha cambiado el entrenador. No nos vale lo pasado, nos vamos a centrar en nosotros. Sabemos cómo juega David Gallego, 4-4-2, lo que va a hacer. Con todo eso intentamos buscarle los puntos débiles".
Plantilla
"El vestuario hace tiempo que ha empezado a ver que depende de ellos, de nuestro trabajo. Debemos centrarnos en nosotros. Lo que hicimos en La Romareda estuvimos a punto de hacerlo en Cartagonova. Nos quedamos con diez 80 minutos, empatamos y casi logramos empatar. Ya estuvimos muy cerca de puntuar. El equipo cuando termine febrero y a principios de marzo tiene que estar calmado", explicó el técnico sobre lo que ocurre en la intimidad de su plantilla. Aunque si en algo se está de acuerdo es que esta plantilla es una piña: "Cada cosa mal que ha pasado nos ha unido más a los futbolistas. Lo que le ha pasado a Álex Gallar les ha unido más. Me suelo ir en las sesiones con la psicóloga, pero hablan unos de otros y uno deduce que se basan en el apoyo de los compañeros. Llevo muchos vestuarios y si en el Málaga hubiera un problema de vestuario, sería otro problema añadido al clasificatorio. Es un vestuario joven, hay mucha juventud y salvo tres o cuatro el resto son jugadores jóvenes. Hay cambios generacionales, a lo mejor puede parecer que hay grupos por edad. La gente puede estar tranquila, no voy a mentir nunca, pero no existe un problema de vestuario en el Málaga. En los momentos difíciles es cuando se ve la amistad, el compañerismo, el ir todos a una… Los chicos trabajan juntos, si no mi trabajo se vería muy perjudicado y sería el primero en levantar la voz, pero es que no es así".
El técnico se atrevió incluso a contar cómo ejerce de padre en la intimidad: "Los tirones de oreja son normales. Hablé con Juande hace poco. Es demasiado importante como para tenerle sentado por demasiadas molestias. Le dije lo que era el fútbol, la verdad del fútbol, lo que puede ser el futuro si coge un amigo o si coge otro. El chaval lo entendió, está jugando, está rindiendo… Son gente joven y se equivocan, quién no se ha equivocado. Eso es humano. El cuerpo técnico está para ayudar y hacerle ver el camino a seguir. Si todos los futbolistas del Málaga piensan que ese camino es el correcto, al final se hace bueno".
Rubén Castro
A pesar de tener 59 años, Mel no se olvida de cuál era su posición en el campo, por eso entiende a Rubén Castro: "Juega en la posición que he jugado yo toda mi vida. No me tienen que explicar lo que siente un delantero cuando está en un equipo que no gana. Los que más lo sufren y padecen son los delanteros. Es un caso especial porque a su dinámica de 15 años le unes que llega a Málaga con la vitola de ser un futbolista que va a hacer cosas magníficas y está a tiempo de hacerla. Antes de jugar en Zaragoza le advertí que no iba a jugar de inicio porque esperaba una clase de partido y nos quedamos con diez. No era un partido para él y para otro tipo de futbolistas. Tengo claro que si logramos dar un paso adelante y poner todas las cualidades que tiene el Málaga, la solución para nosotros es Rubén. Con ventaja dentro del área, da igual que tenga 28 o 41. Rubén Castro necesita estar asistido constantemente, porque de tres no falla tres. Tenemos que intentar que tenga tres, no que tenga una. Vamos a rodearle de la gente que pueda ayudar. Se intenta confeccionar un equipo que le pueda ayudar en una temporada que en Segunda es súper extensa".
De hecho, conoce cuál es el inconveniente que tiene su equipo para conseguir anotar goles: "Tenemos un equipo que hace las cosas bien por dentro. Antes Pablo jugaba con tres centrales, pero los equipos saben lo que hacemos todos. Yo ya me he visto los partidos de la Ponferradina, aunque ha cambiado de entrenador y nos va a valer de poco. Los equipos te conocen y lo que tenemos que intentar es que el Málaga tenga varias opciones para preparar el partido y que el rival no tenga todas las pistas para jugar contra nosotros. Tenemos gente con un juego interior rico y tenemos más deficiencias en otras zonas. Pero tenemos una ventana ahí para cambiar eso y estoy seguro de que el club va a hacer todo lo posible para revertir esa situación. No percibo esa sensación de que el club esté pensando en prescindir de mí, si no no estaría yo metido en todas las acciones futuras. Lo cual no quiere decir que el resultado de la Ponferradina pueda cambiar eso".
Otra final
"Este sábado a las 16:15 su equipo volverá a saltar al césped de La Rosaleda para jugarse la vida: "El Málaga no puede perder con la Ponferradina. En el Málaga actual no se está por dinero, por dinero estaría en Qatar. Yo asumí un compromiso con gente que fue a buscarme y acepté un reto. Aceptando el reto no puedo dejar tirada a esa gente. Otra cosa es que me digan que por las circunstancias ya no puedo seguir, eso es otra cosa. Este equipo se va a salvar, aunque nos va a costar. Seis puntos en Segunda no son nada. Me he tirado líder con el Betis media Liga y he perdido seis partidos con el Betis y me fui al sexto puesto. Hay que estar ilusionado, saber a lo que te enfrentas. Si eso es así, estoy seguro que este equipo no va a salir".
De momento la situación parece muy negra y algunos piensan que no hay soluciones, pero es todo lo contrario: "Tenemos que intentar tener mayor solvencia en el área propia, algo que ya conseguimos porque hemos perdido por un gol los partidos por lo tanto en el bagaje defensivo, tú ves los partidos del málaga y dices es un error que visualmente... Hostia, entonces eso es lo que tenemos que corregir". Porque Mel reconoce que este equipo merece llevar más puntos en el casillero: ¿el Oviedo por decir uno o el Leganés fueron mejor que el Málaga? Si no hubiéramos perdido en Leganés, en Oviedo o contra el Éibar que tiró dos veces... Tendríamos 4 puntos más y parece una tontería pero no lo es. Depende cómo quieras ver las cosas. Si hablamos de arrollar al rival hay dos segundos tiempos: Villareal y Andorra. En la segunda parte de ambos fuimos infinitamente mejores, mientras que la primera fue de ellos. Yo lo reconozco todo, pero si viese un equipo que dijera nos meten tres a cada campo que vamos, no generamos nada, somos un desastre en todas las líneas, es que la transcisión de un área a otra se nos hace eterna, en las áreas somos perdedores en cada duelo que hay... Lo primero que no estaría aquí ya, pero diría que tiene razón".
Mel confía tanto en él y su trabajo que habla de futuro: "Si dejas al margen el partido del otro día porque estamos en inferioridad numérica mucho tiempo, es que al final nosotros donde nos tenemos que hacer fuerte es en las áreas. Toda la transición a veces la vamos a tener que obviar porque nosotros debemos llegar con argumentos al área rival y estamos creando automatismos y situaciones para que en el futuro el futbolista sepa ya de memoria donde estar si el balón está en un punto u otro. Sobre todo en La Rosaleda porque tengo claro que la salvación del equipo, más allá de los puntos que consigamos fuera, está en casa. Por eso decía que aparte que es un rival directísimo nuestro y es el que está en el principio del túnel, aparte de eso es que jugamos en casa y la salvación debe pasar por algo que no solo desde que estoy yo, sino desde ya antes cuesta tanto como es ganar en La Rosaleda".
Por último, incluso habló sobre la actual estructura que presenta el club de Martiricos: "El Málaga está bien llevado por José María Muñoz y él sabe lo que le pide el cuerpo y los asesores, que en el fútbol hay muchos. Asesores hay 500 millones. Él sabrá lo que tiene que hacer, pero bajo mi punta de vista, lo que veo es que contra la Ponferradina el Málaga no puede perder".
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