(3-1) Peldaños mayores
Resultado y crónica del Mallorca - Málaga CF
El Málaga cae ante un Mallorca que dio una sensación de superioridad en todo momento
El gesto de impotencia y rabia de Luis Muñoz al ser cambiado podría ser la imagen del partido. Refleja que en la realidad de Segunda parecen haberse colado equipos que rompen ese –merecido– cliché de la igualdad. El tiempo dirá donde acaba cada cual, pero los 42 peldaños no tienen todos las mismas dimensiones ni la misma forma. El Mallorca, al menos, aparenta un tamaño mayorMallorca.
Entendió Pellicer que en Palma no iban a valer medias tintas. Así que recuperó el once de Zaragoza que tan bien funcionó en La Romareda y que tuvo con matices continuidad ante el Sporting. Un once reconocible, de gala a día de hoy, autor de dos triunfos nobles y sufridos.
No se esperaba quizás la tela de araña del Mallorca, que desarticuló al equipo desde su sala de máquinas y monopolizó el esférico ante un Málaga confuso y que no había tenido que afrontar un combate de estas características aún.
Pareció endeble en ocasiones y recibió un golpe en el mentón a los diez minutos. El conjunto de Luis García, que había dado con un antídoto para este Málaga, aprovechó un córner de estrategia mal finalizada para adelantarse. Amath N’Diaye cazó un balón suelto en el área tras un afortunado rechace y fusiló a un Juan Soriano –que jugó su segundo partido seguido poniendo fin, de momento, al debate de la portería– vendido por Mejías, muy descolgado en una zona que no le corresponde.
A duras penas consiguió el Málaga sumar unos cuantos acercamientos, la mayoría a raíz del balón parado. En una acción al borde del descanso Escassi se llevó un manotazo en la cara dentro del área. Dicen que lo vio el VAR, pero no se sabe lo que el VAR vio. Instantes después, se le señaló una falta a Chavarría por una acción semejante. Y puntos suspensivos.
Igual era demasiado previsible todo para el Mallorca, así que Pellicer retiró a Juande y metió a Jozabed para formar una especie de 4-2-3-1. Pero los bermellones apenas necesitaron otra acción a balón parado para poner el 2-0. Una falta lateral del maestro Salva Sevilla para Raíllo que, según el VAR, rompía Chavarría. Más puntos suspensivos.
No le daba al Málaga para encontrarle fisuras al Mallorca, que cuando no tenía el balón hacía la vida imposible al conjunto blanquiazul. Y justo cuando parecía incapaz de trascender, llegó el bello y afortunado gol de Chavarría. La ley del ex. Entonces los baleares sacaron las garras. Amath avisó y Dani Rodríguez lo consiguió. Juan Soriano pudo con el primero.
Era nadar contra la corriente, un esfuerzo inútil. Mallorca pone el listón de los que equipos que parecen tener otro nivel. El lunes toca el Espanyol.
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