Pellicer: "El Málaga CF necesita que todo el mundo ceda"
El entrenador hace un extenso balance en su primer verano al frente del equipo
“Manolo Gaspar es mi jefe, no se puede saltar el orden y el mando como pasaba antes”, dice
Sergio Pellicer (1973) ya no es un interino, ahora está en la rueda. Y no es fácil para alguien que es tan canterano casi como muchas jóvenes promesas de esas que él lleva años moldeando en La Academia. Ahora es el entrenador del Málaga. Desde el verano, cuando todo se cocina, con la responsabilidad que conlleva. No pasaba algo así, que un técnico de la casa empezara desde pretemporada desde Tapia (2008 y 2005). No le tiembla el pulso a este estajanovista valenciano cuyo discurso insiste en dirigir siempre al mismo territorio:trabajo, colectivo, rendimiento. Pero hay lealtad y agradecimiento en sus palabras.
–¿Ha podido descansar en estos días?
–Sí, después de tanto tiempo y, sobre todo, después de meses complicados y de desgaste emocional, al menos hemos descansado un poco he desconectado. Tiempo para estar con la familia, viajar a ver a mi padre, pero pocos días. Esto es una trituradora. A ver esta temporada con ilusión y expectante por lo que pueda ocurrir por la pandemia.
–Descansar y desconectar no es lo mismo.
–Es imposible un día sin el Málaga, lo requiere el cargo y la situación. La responsabilidad de cada uno, es imposible. ¿Por qué? Por todo lo vivido y el verano, aunque haya sido pocas semanas, con todo lo que ocurre no puedes parar. Siempre en contacto permanente con el cuerpo técnico y Manolo Gaspar. Es difícil desconectar por todos los frentes abiertos que hay.
–Demasiados frentes abiertos.
–Esto va a ser una situación atípica pero paras todo los equipos y sobre todo en Segunda por la última jornada y lo que ha pasado, la competición aún no ha terminado. Va a ser algo muy atípico. Nosotros además venimos de todo lo anterior. Intentar que se solucionen todas las situaciones personales y contractuales. Es lo que más me importa ahora, los jugadores que acabaron la temporada y mostraron ese compromiso enorme y, por todo lo que hemos pasado, es prioritario. Y que podamos ir poco a poco dando pasos. Tanto Manolo (Gaspar) como José María (Muñoz) están trabajando mucho.
–¿Están las cosas como esperaba a estas alturas?
–Es que vivimos en un escenario diferente por todo lo que ha ocurrido. Es una temporada que se va a iniciar totalmente anormal. Nos ha desajustado a todos. En lo que nos compete, todos los equipos estamos parecidos. Evidentemente me gustaría empezar la pretemporada con todos y sólo con pequeñas dudas, pero claro... Esto en la historia no tiene precedente. Es muy difícil tener ahora un boceto de lo que va a ser pla plantilla. Iremos reajustando poco a poco. Cuando sepamos quién va a continuar y quién no, tirar de jugadores del filial y los que van mirando en la dirección deportiva para fortalecer el equipo. Tenemos que poner cada uno de nuestro lado y empatizar con la persona que tenemos enfrente. Por encima del ego de cada uno está el bien del Málaga.
–Qué difícil eso de los egos...
–Es tremendamente complicado eso. El ser humano se equivoca a menudo y sigue tropezando en la misma piedra. El mundo del fútbol se está convirtiendo en un mundo de depredadores, en el cual necesitamos a gente con sentido cómún y buscar lo mejor en cada uno del colectivo. Vamos a seguir mirando por el bien común por encima de cualquier persona. Poco a poco y todos de la mano, ir sentando bases todos. Me quedo la foto del final de la temporada en la que estuvimos todos juntos, no era una celebración, era por lo sufrido, aunque hay gente invisible del día a día que no estaba y nos ha ayudado mucho, pero somos los que sufrimos continuamente. Y esos jugadores se han ganado el respeto. Ya sabemos que el mercado es el que hay y estaremos atentos a cambios.
–Todos conocen su situación.
–José María y Manolo Gaspar se han encargado de hablar cada jugador. Cada uno va sabe la situación en la que el club se maneja. Cada persona tiene una manera de pensar. Yo lo que quiero es que se llegue a un acuerdo lo más rápido posible. Con los que sigan, más la ayuda de los que vengan y el y filial, podemos hacer un equipo tremendamente competitivo. Pero hay una prioridad y es la situación económica del club, que tenga viabilidad. Todos nos tendremos que ajustar.
–¿Cuántos están previsto que aparezcan en la foto final?
–No sabría qué decir, ahora es precipitado, es pronto. Se acaba de iniciar esto. Tendremos que ir día a día. Para mí se tiene que intentar llegar a un acuerdo con el mayor cariño del mundo de todos, porque lo que hemos vivido y pasado estos meses y por todo e compromiso que han mostrado, merecen que se intente llegar a acuerdo. Esta es la ley del fútbol. Esperemos que se den soluciones, Manolo está trabajando incansablemente con su dirección deportiva. Día a día, con cuentagotas, iremos sabiendo qué jugadores podemos tener.
–¿Alguien es imprescindible?
–No voy a decir nombres, pero la dirección deportiva sabe que para mí hay jugadores que serían muy importantes. Lo sabemos todos, pero hay una premisa, la situación del límite salarial. A este cuerpo técnico le encantaría poder tener a muchos a nivel deportivo. En ese aspecto no hay duda. Prefiero no entrar porque no es mi cometido, yo creo mucho en el orden y la disciplina. Para eso está la dirección deportiva, mi jefe es Manolo Gaspar y de él, José María. Y el entrenador es el encargado de coordinar el cuerpo técnico, de coordinar el cuerpo médico y gestionar el día a día, No se puede saltar el orden de mando, como ha ocurrrido en años anteriores. Manolo y yo damos nuestras opiniones y, por encima de los egos está el club.
–Es decir, que no va a decir ningún nombre.
–El campo habla por sí solo. Este equipo ha competido a un nivel de estrés emocional que otros no han sufrido. No es cuestión de intocables, sino que nos gustaría que un número de jugadores que hay con contrato nos gustaría que siguiera en este proyecto para mirar cotas mayores. El club no puede vivir por encima de sus posibilidades. Las personas pasamos, persiste el club y la afición. Todos los de dentro tenemos que sumar, no podemos tener el enemigo dentro. El que no quiera remar, no tiene que estar.
–De otra manera, ¿ha pedido un esfuerzo especial por alguien?
–Con Manolo la comunicación es continua, somos gente de la casa y sabemos lo que hay. Luis Muñoz es un jugador por todo lo que nos había demostrado y porque es de la casa, muy importante para mí. Estaría encantado de que se quedara. Ojalá se pudieran hacer esfuerzos en muchos más jugadores, pero los números son los números. A los entrenadores nos gustaría tener siempre a todos los mejores, pero es imposible. Los mejores, dentro de nuestra situación, estoy convencido de que los vamos a conseguir por el trabajo de la dirección deportiva.
–A ver dónde se puede llegar...
–El Málaga es un equipo muy apetecible para los que están y los que no están y les gustaría venir. Este año no llega el reclamo económico, pero sí el de una oportunidad, de jugar en La Rosaleda, el reclamo de la historia del club, de jugar en un equipo grande… No es lo mismo que jugar en el Málaga que en otro equipo de Segunda, con todos los respetos.
–La Academia va a tener que tirar del carro este año otra vez.
–Demostrado está, La Academia tiene que estar ahí. Para los jóvenes no hay situación mejor que esta. Pero también en años anteriores que iba mejor la cosa salían jugadores. Los números están ahí. Quizás sería muy difícil que pudieran estar en Segunda en otros equipos. La gente joven tiene que ver que esta oportunidad no se regala, que hay que ganarlas en el entreno día a día. Es importante también el tema de los entornos. Hay jugadores en La Academia que han hecho su trabajo invisible y constante y ahí están los resultados. Al jugador, se llame como se llame y tenga la edad que tenga, se le va a medir por el rendimiento. El fútbol son momentos y hay que aprovecharlos. Trabajo, mucha insistencia y superación de obstáculos, que la gente joven lo tiene ahora muy fácil. Se superan con mentalidad ganadora, no todo puede ser una alfombra roja. Es el mensaje, trabajar, y que cada uno dé lo máximo, superar adversidades con mentalidad. Hay gente que no llega, pero es normal, hay una competitividad brutal.
–Unos cuantos entonces están listos para ya.
–Esperemos. Lo difícil es mantenerse y tengo confianza de que varios den el paso adelante. Un equipo de fútbol tiene que tener imaginación de un niño y la fuerza de un adulto. La plantilla idónea es una en la que los veteranos inculquen esos valores a los jóvenes, jugadores que tengan 25, 26, 27 años... Esa mezcla la pones en una coctelera y que todos se hagan mejores a todos. Confío en que los de abajo den esos pasos que ya han dado otros jugadores, que aprieten para que nadie se relaje. Jugar muchos partidos no se regala, es rendimiento.
–¿Cuántos con dorsal del filial tendrán ficha del primer equipo aproximadamente?
–Ahora mismo no se sabe, hacer una foto de la plantilla a día de hoy. El mercado va a cerrar con la competición en marcha, va a tener muchos vaivenes. No tenemos una foto muy clara. Lo marcará la dirección deportiva, las situaciones de rendimiento que podamos ver, quiénes vendrán, quiénes saldrán… y a partir de ahí manejarlo. Va a ser un verano largo.
–Desde Tapia en 2008 no había un entrenador de la casa empezando una pretemporada.
–Es mucha responsabilidad, ya no el entrenador, el cuerpo técnico es de la casa, venimos de abajo: Dani Lima, Manolo Sánchez, Julio (Rodríguez). Enrique (Ruiz) que lleva más de 20 años en el primer equipo. Capa que ahora está con nosotros, la gente del día a día, Juan Carlos Pérez Frías... Sentido de pertenencia, es un orgullo. A más horas, más soluciones podemos encontrar. No soy malagueño pero he jugado en el Málaga, entrenador cantera, mi familia es de Málaga... Soy un malagueño más de adopción, la gente me muestra mucho cariño y a mi gente también y eso hace que el sentido de la responsabilidad sea muy grande. Entonces voy a dar el mayor número de horas pensando en lo mejor para el Málaga.
–¿Qué ha aprendido desde que está al frente del primer equipo?
–Esto es un aprendizaje continuo. Sí que es cierto que estos seis meses han sido una universidad exprés. Me quedo con el día a día, con poder estar con los jugadores, poder trabajar en un club tan grande, saber que había que intentar conseguir el objetivo. He aprendido que cada día es una gestión de grupo, acción-reacción, que todo lo que tienes planificado se puede ir al traste y tienes que reaccionar rápido. He aprendido de todos y creo que ha sido recíproco. Ha sido una enseñanza mutua. Dicen que los entrenadores tenemos un perfil, pero yo creo que el entrenador se tiene que ajustar a la materia prima que tiene, al club en el que está y a la situación. Nosotros llegamos del filial y lo más importante era el fútbol. Teníamos que mantenernos al margen de todo el ruido exterior. Eso ha sido un aprendizaje continuo de tener mentalidad fuerte y cabeza fría para focalizar en lo importante.
–¿Siente presión?
–Está claro, es una presión brutal para todos. Pero más que estos últimos seis meses… Tenemos que convivir con ella y afrontarla con total normalidad. Ser justo con tus decisiones y pensar en lo mejor para todos. Bendita presión, porque significa que estás en un club grande. En el fútbol hay mucho mitos y nosotros nos tenemos que abstraer. Entreno con la misma pasión e ilusión que cuando vine hace siete años a entrenar al San Félix, en el campo de La Virreina, del 26 de Febrero. No somos los mismos, porque siempre estamos reciclándonos, pero con la misma pasión que cuando empecé en el filial del Benidorm hace 15 años.
–Por cómo viene hablando de Manolo Gaspar en esta entrevista, se diría que es fácil trabajar con él.
–Como decía antes, el sentido de pertenencia. Manolo ha pasado por todo. Dirección deportiva, secretaría técnica, jugador, canterano. Es de aquí. Imagine el sentido de pertenencia y la responsabilidad. Somos muy transparentes. Manolo Gaspar es mi jefe, intentamos hablar y tener comunicación constante porque es lo mejor. Hablando y yendo de cara. Somos parecidos en carácter en ese aspecto. Él va a hacer todo lo posible para tener el mejor Málaga y que el club funcione. No chocamos mucho, como en todas las familias. Siempre tiene que haber diferencia de criterios. Yo con el que más discuto es con mi segundo, pero eso hace mejorar. Ver otro criterio, otra idea, hace que estés en continua alerta y eso es lo mejor.
–¿Cada cuánto hablan?
–Todos los días hablamos. Es verdad que estuve fuera unos días cuando fui a ver a mi padre a Castellón. Pero nos vemos ahora mismo a diario. La comunicación es fluida y constante. Intento ayudar en lo posible. Ahora él tiene un trabajo... imagine las llamadas que recibe y las reuniones que puede tener. Igual José María. Intento estar informado pero que ellos marquen los tiempos.
–¿Qué le transmite de cómo marchan las cosas?
–Nos transmite lo mismo que se ve en todos los equipos, que las cosas se tienen que hacer paulatinamente. Está todo muy parado. Pasos pequeños pero que sean importante. A partir de ahora la pretemporada, los técnicos estaremos focalizados en el día a día. Se darán situaciones normales:uno sale, este se tiene que ir, este viene… Tendremos que ir dando soluciones y en el que campo conseguir las mejores condiciones posibles.
–¿Qué Málaga tiene dibujado en su cabeza Pellicer?
–Cuando tengamos la foto o el boceto, pero sí nos gustaría que el aficionados identificados con el juego y los jugadores por ser un equipo con mucho carácter, que sea agresivo, solidario en defensa, que para mí es lo más importante, vertical, que vaya a por los partidos. Que se sienta identificados. Es tremendamente complicado el juego elaborado en Segunda, pero tenemos que intentar manejar todos los registros, transiciones, balón parado... Un equipo valiente y que cuando la gente vaya a La Rosaleda y salga, que ojalá sea lo antes posible, se vayan de allí viendo que lo hemos dado todo. Ser agresivos con balón y sin balón, un equipo difícil. Esos equipos que pueden conseguir objetivos.
–Objetivos...
–El objetivo lo va a marcar la competición. La pasada temporada deja claro lo que es esta categoría. Hay sorpresas por arriba y por abajo. Equipos que no podían pensar que estarían en esa situación. Vamos a intentar conseguir lo máximo, esa es la mentalidad que tenemos que tener jugadores y técnicos. Estar a la altura de las circunstancias con lo que tengamos.
–Se ha renovado a Juande, una apuesta de Pellicer. ¿Lo siente como un éxito propio?
–Me siento con alegría inmensa, pero no estamos los entrenadores para ponermos medallas. Estamos para decidir pensando en lo mejor para el equipo y lo de Juande para mí es una alegría. No me siento responsable. Jugó ante la Ponferradina en el primer partido y en Elche, luego llegó el Covid. Luego pasamos a línea de tres y con la lesión de Luis Hernández tuvo la oportunidad de jugar. En una situación de presión y estrés brutal pero se lo ganó él. Le he podido ver desde cadete, lo tuve en Liga Nacional, División de Honor y filial. Lo hemos visto creciendo con nosotros. Tiene que seguir. Juande es el fiel reflejo y espejo de lo que debe ser un canterano. Invisible en el día a día. Siempre ha sido muy trabajador, en silencio. Le ha llegado su oportunidad, pero no la damos para ponernos la medalla, se lo ha ganado él. A veces apuestas por alguien y no sale bien. Deberá seguir trabajando para seguir pasos adelante. Aún no ha hecho nada. Tiene que continuar dando pasos. Pero estoy contento porque refleja los valores que yo creo que tiene que tener un canterano.
–De momento sólo cuenta con canteranos y el recién fichado Orlando Sá, ¿cuántos delanteros le gustaría tener con ficha profesional?
–El número lo marcará tema de fichas y salarios. Me gustaría como mínimo tres. Cuantos más delanteros tienes, más versatilidad hay, competencia y alternativas durante partido. Este año al tener a Armando (Sadiku) y luego a Sergio (Buenacasa), no ha habido competencia. No es que no hayan dado buen rendimiento, pero cuando tienes más delanteros en esas posiciones sube el rendimiento del equipo y del jugador.
–¿Qué perfil de futbolista quiere o busca?
–Que conozca la categoría, hambre, experiencia... o gente que tenga ilusión de crecer en el Málaga para que el club crezca y que vean que pueden dar pasos agigantados. Te puede gustar uno u otro, pero que sean buenos profesionales y que tengan hambre e ilusión. Justo lo que han demostrado los que estaban esta temporada en el último tramo liguero.
–Tipo Tete Morente.
–Tete es el ejemplo más claro porque vino en la ventana de enero y sabíamos sus características. No tenía oportunidades en el Lugo. Los jugadores empiezan etapa nueva, con otros técnicos, otra ciudad, otro club... limpian la cabeza y disfrutan del fútbol. Las condiciones de un jugador se reflejan cuando tienen los cinco sentidos puestos.
–¿Le gusta Escassi?
–Alberto es un jugador experto en la categoría, compromiso en sus años compitiendo en Numancia. Tiene sentido de pertenencia por ser malagueño, pero sobre todo es buen futbolista más que otra cosa. Su perfil no es que nos guste a mí y a la dirección deportiva, gusta a todos los equipos de la categoría. Como mucho de nuestros jugadores gustan a todos los rivales de la categoría. Pero está claro que su perfil es idóneo para nosotros.
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