Pendientes de Larrubia y Dani Lorenzo
El primero se retiró con un mareo y el segundo no pudo acabar el partido con una sobrecarga
El diagnóstico de Pellicer
El Málaga ha petado
“Se ha mareado”. Así repitió tres veces Sergio Pellicer acerca de lo que le había pasado a David Larrubia en la primera mitad del encuentro, cuando a la media hora de partido debió dejar el campo. Le levantaron los pies tanto en el césped como en el banquillo para favorecer la circulación y tranquilizarle. No parecía demasiado contento el técnico con el canterano, que lucía desde el comienzo de partido un aparatoso vendaje en su pierna izquierda que ya ha llevado en anteriores partidos. Está haciendo el de La Luz un gran esfuerzo por las ausencias en el centro del campo.
Tampoco acabó el partido, ya con los cinco cambios realizados, Dani Lorenzo, que realizaba estiramientos en la banda con una “sobrecarga”, según decía el entrenador malaguista al final del encuentro. Ya se sabe que hay bajas en el centro del campo, con Sangalli y Juanpe, más el habitual Ramón, en la enfermería. En la parte positiva, Manu Molina jugó 45 minutos, relevando a Genaro tras el descanso. Y no lo hizo mal el onubense. El sevillano, por cierto, se coloca con cuatro tarjetas amarillas y apercibido de sanción, como también lo está Dani Lorenzo. También regresó tras estar de baja en Ibiza Kevin Medina, que metió el gol del 1-2 con un penalti por mano que él forzó previamente.
"El rival ha hecho una primera parte enorme, no llegábamos a la segunda jugada en el centro. Con lesiones o sin lesiones había que ganar, eran tres puntos, somos el Málaga. Necesitamos la mejor versión en cada partido. Más allá de la dinámica es el tema a nivel mental", decía Pellicer, que no quería justificar la derrota por las ausencias, aunque la impresión que da el equipo es que está al límite de sus posibilidades físicas.
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