Sólo vale ganar (18:15)

Partidos como este que enfrenta al Málaga CF ante el Oviedo son de esos que nunca quiere nadie vivir, la exigencia, el compromiso, la obligatoriedad del triunfo. Estar al borde del precipito da vértigo, da respeto. Pero es precisamente en estas situaciones en las que debe salir la grandeza de un club, algo que va más allá de jugadores y directivos, que trasciende más allá de la entidad y su historia y de la que también es partícipe su afición. La Rosaleda debe ser un fortín hoy, su equipo la necesita.

Se espera, sin duda, la mejor entrada de la temporada en La Rosaleda. La ocasión lo merece. Si hay algo que más ha repetido desde su llegada Pablo Guede es la necesidad de ver el estadio lleno, todos empujando y aportando su granito de arena, ese del que hacer partícipe también a la afición en este objetivo por la permanencia. Se ha puesto cara, Real Sociedad B y Amorebieta se han puesto a cuatro puntos con 12 por disputar. Salen las cuentas en ambos lugares y los nervios van para los blanquiazules y un Sporting de Gijón que se colocan con los mismos puntos.

La decisión de la llegada de Pablo Guede contemplaba situaciones como estas, su gestión y el cambio de chip de sus jugadores ha sido notorio, aunque éste no se haya traducido en todos los puntos que se hubieran deseado. De ese pundonor y autoexigencia a la que hace referencia el argentino en varias de sus rueda de prensa se debe imbuir todo el entorno malaguista para este partido. Recuperar esa imagen de La Rosaleda más cerca del lleno es lo que ha llevado al equipo en volandas en otras situaciones de éxito. Ahora, en un momento delicado, se necesita más que nunca ese empuje.

Si las previsiones no fallan, serán más de 20.000 los malaguistas que llenen el estadio este sábado, animando y empujando al equipo hacia el arco del Oviedo, como en las grandes tardes del malaguismo, con un ambiente ensordecedor y que haga pequeñito al rival. Recuperar esa comunicación que existió durante el primer tramo de la temporada donde las calamidades como visitante eran resueltas con victorias como local. Ver de nuevo a La Rosaleda más inexpugnable aseguraría la permanencia.

Recupera Guede a uno de sus hombres más importantes hasta la fecha, un Escassi que lo jugó todo con él hasta su expulsión, pierde a cambio a otro fijo como Víctor Gómez. El malagueño volvería al once y posiblemente lo haría en lugar de Peybernes, que quedó tocado tras su último partido. Sin Víctor, las opciones de Ismael Casas y Benítez son las más factibles.

En frente un Oviedo completamente enrachado, con siete victorias y un empate en sus últimos ocho partidos, con uno de los máximos goleadores en su plantilla, el ex blanquiazul Borja Bastón, que llegará jugándose también su plaza para los play off de ascenso. Diferentes necesidad, mismo objetivo, los tres puntos. Esta de La Rosaleda será la primera de cuatro finales.